Por: Edith Priscila Juárez Martínez
Samuel Beckett.
“Esperando a Godot”
México, D.F.
1ª. Edición,
septiembre 2014.
Grupo Editorial Tomo,
S.A. de C.V.
175 páginas.
Hubiéramos sido los primeros en arrojarnos juntos,
tomados de la mano, desde la Torre Eiffel
Samuel Beckett nació
en Dublín en 1906, estudió en Trinity College y obtuvo un doctorado en lenguas romances. Consiguió un trabajo en
1930 como lector de francés de la universidad, pero lo abandonó al año
siguiente, en seguida vivió en Alemania e Italia hasta 1937 radicó definitivamente
en Francia. Escribió un ensayo crítico sobre Manuel Proust y conoció a James
Joyce, llegando a ser muy buenos amigos. Fue activista de la Resistencia
francesa y al terminar la guerra se dedicó por completo a la literatura
produciendo “Molloy, Malone muere y El innombrable”. A partir de 1945 escribió
más en francés y él mismo traducía sus textos al inglés. En 1951 encontró al
editor Susanne Deschevaux-Dumesnil, quién se convertiría en su esposa y en ese dio pie para la publicación de Esperando a
Godot, obra emblemática que surgió del término de la Segunda Guerra Mundial. En
1969 obtuvo el Premio Nobel de literatura.
La obra inicia con la
aparición de un hombre testarudo y poco entusiasta Estragón que desea quitarse
un zapato, en seguida llega al sitio su amigo Vladimir, el cuál animoso lo observa
y mostrándole todo su apoyo se acerca para ayudarlo. Estragón, cansado se
sienta bajo el árbol y comienza a dormitar, a Vladimir (que no le gusta
quedarse solo) lo despierta y debido a que Estragón tiene hambre le ofrece una
zanahoria. Esperan unos minutos y se aproxima un señor algo desorientado, poco
comunicativo Lucky, caminando con equipaje y un cordón atado a su cuello del
que tira otra persona tras de él llamado Pozzo, con un látigo en la mano y voz
imponente lo obliga a caminar y detenerse en el momento en se le indique. Pareciera
que Lucky busca ayuda, por el maltrato que recibe de Pozzo, pero es todo lo
contrario ambos están contentos con su manera de vivir y se alejan, en aquella
tarde no acude Godot. Al día siguiente Estragón olvida el encuentro de Pozzo y
Lucky, le propone a Vladimir suicidarse, utilizando una rama del árbol pero al
no presentarse Godot, deciden marcharse a sus casas al ponerse el sol, esperándolo nuevamente al día
siguiente.
Esta obra es una narración dramática teatral, con cinco personajes Estragón, Vladimir, Pozzo, Lucky y un muchacho. El sitio en el que se desenvuelve la trama es un camino en el campo, un árbol y está por anochecer.
El titulo de la obra
es corto y a mi parecer bueno, porque crea un total ambiente de especulación y
a las personas curiosas les llamará la atención. El entorno que se crea es
sencillo, no existen varios escenarios, al contrario solo es uno. Después de
comenzar a leer el libro, se querrá terminarlo pero tenga cuidado lector,
porque si usted no es una persona paciente es muy probable que se sienta
frustrado.
La obra está dividida
en dos actos, no existen capítulos y tiene continuidad. La historia es narrada
cronológicamente y aunque no hace referencia a un año en específico se intuye
que es descrita a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX.
Para redactar su
obra, Beckett utilizó un estilo formal, el lenguaje es asimilable para un
lector promedio y encontrará muy pocas palabras en otro idioma. Utiliza varios
simbolismos, citando a un árbol, un par de zapatos, una zanahoria y un rábano.
El árbol explica el punto tal de la vida plena, porque es un punto de
referencia que se toma para seguir hacia otro destino, está ahí, vivo, con
fortaleza, pero el tiempo transcurre a su alrededor, porque el árbol como
cualquier otro ser vivo no es perenne. Por el par de zapatos se entiende a la
preparación que tienes para seguir un camino, utilizarlos y avanzar con
decisión en el momento preciso, pero si la confianza no aparece, los zapatos se
quedarán ahí, nadie los moverá. La zanahoria y el rábano explican la
satisfacción y duración que se tiene al vivir una vida fugazmente.
El tema de la obra es
natural, sobrio y discreto, porque es relatado bajo la sombra de un árbol, con
la aparición de dos sujetos que se conocen, esperan a Godot y se despiden al
oscurecer.
Entre el final y los
momentos descritos de la obra si existe lógica, pero en primera instancia no es
aceptable, porque crea un conflicto emocional en el lector al no resolverse de
manera satisfactoria el problema de los personajes principales.
La historia es morosa,
ya que las acciones de los personajes transcurren lentamente, parece que el
tiempo se detiene, cuando te imaginas que las pláticas van a desencadenar en el
descubrimiento de algo asombroso o tendrán una voltereta sublime que provocará
un cambio gigantesco, se pausa la escena, permanece en reposo, induciendo en el
lector una efecto de ansiedad, porque lo que se desea es un dinamismo explicito
de los personajes. Ovaciono al autor la habilidad que tuvo para atraer mi
atención, iniciando una reflexión profunda a la mitad del segundo acto con
frases como:
Vladimir: ¿No lo recuerdas?
Estragón: Estoy cansado.
Vladimir: Míralo.
(Estragón mira el árbol.)
Estragón: No veo nada.
(pp. 119,120)
(pp. 119,120)
Lo que en mi interior
avivó el hecho de suponer que ellos (Estragón y Vladimir) ya estaban muertos, motivándome
al grado de releer la historia, descubriendo con agrado los detalles escondidos
que dirigían con más confianza a mi interpretación lógica por el desenlace súbito
del texto. En ocasiones llegue a pensar que esta historia fue escrita inspirándose en la estrecha amistad que tuvo Beckett con Joyce, tratando de simular algunas de sus tantas charlas con Estragón y Vladimir.
Este tipo de lectura
provocará una incredulidad notoria en las personas, cuestionará los actos
realizados durante sus vidas, porque los impulsará al esfuerzo y a generar un
cambio en la vida. Logrará que tomes las riendas de tus acciones y en dado
caso, atreverte a redirigirlas (en dado caso, de que los resultados presenciados
hayan sido erróneos), por lo que las nuevas situaciones que emprenderás tendrán
un mayor valor e importancia.
Yo recomiendo esta obra
porque jamás creí que una historia sin sentido explícito escondiera tanto
significado de la vida, así que me pregunte:
¿Qué promesa eterna debo hacerme para lograr está transformación?
¿Acaso realizar un cambio real en mi vida?
sí, lograr una mutabilidad constante y eficiente
Jamás se debe permitir
que el reloj vital avance y dinámicamente se encuentre una persona en el mismo lugar, con
los hábitos idénticos a través del tiempo, porque sin modificaciones, no habrá un crecimiento.
Bibliografía:
Beckett, ese pájaro negro y solitario
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/14/actualidad/1337021731_505583.html
Samuel Beckett
https://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_Beckett
Bibliografía:
Beckett, ese pájaro negro y solitario
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/14/actualidad/1337021731_505583.html
Samuel Beckett
https://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_Beckett
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