Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

4 oct 2016

Pastel de chocolate



Luisa Carolina López Balderas
Recuerdo a una de mis mejores amigas de la infancia, era su cumpleaños en junio, y yo, con lo fácil que me cuelgo de las personas, tenía que estar ahí.
Su casa era especial para mí, la frecuentaba al sentirme bienvenida por ella, pero ahora siento miedo a los ojos de su madre. Siempre cuidándola, siempre sobre mí, porque no estaba con mi familia que me limitara, y sacaba a relucir los malos modales que adopté que, supongo, de la televisión.
Por eso era feliz en casa ajena, reía, bromeaba y actuaba como no me dejaban; si tan solo hubiera entendido el mal que hacía portarme como traviesa y berrinchuda frente a las miradas paternas de mis amigas. Pero en aquel entonces, estaba sorprendida por el olor del pastel que la señora había horneado.
Lo preparó con amor para su hija, mientras jugaba conmigo. El sonido de los videojuegos solapaba el de la cocina trabajando.
Luego nos llamaba a comer y partir el pastel.
Siento que yo amé más el pastel que mi amiga. Quisiera recordar qué hice para lastimarla aquella vez, confirmar por qué recuerdo el tono de voz serio de ella, muy diferente a cuando bromeaba y reía. Ese tono de estar precavida, o cuando yo arruinaba las reuniones.
Tratar de recordar a los demás invitados mientras siento el plástico del mantel sobre la mesa, con migajas y sensación grasosa; recordar a los invitados me lleva a cumpleaños anteriores que arruiné por no ser el centro de atención.
Qué pésima amiga soy desde entonces.
Para un pastel que olía tan dulce, de textura casera y una sequedad pastosa que disfruto, solo puedo recordar y describir el sabor a chocolate de la cubierta.
¿Fue tan bueno como mi emoción por él me hace creer? No sé si valió la pena esperar a probarlo, porque solo tengo la amargura de la culpa que hace dudar de los que pudieron ser buenos recuerdos para mi amiga y me los adueñé.

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