Ejercicio II
César Alejandro Cantú Olivares
FCSyH, CUART: Taller de escritura
Martes 04 de octubre de 2016
Instrucciones:
realiza, con base en la melodía escuchada en clase, una serie de descripciones
de acuerdo con las emociones que dicha melodía te produce.
TEMOR Y AMOR
TEMOR:
Todo es oscuro, excepto una pequeña porción de espacio que
se ve iluminada por una blanca e intensa luz que deja ver a un individuo
sentado en el suelo abrazando sus piernas y con la cabeza agachada entre sus
rodillas. Está sollozando, casi que cae en un doloroso y tormentoso llanto…
está solo.
El individuo
comienza a pararse y la luz a expandirse, poco a poco, como en el amanecer, por
todo el espacio, ésta deja de expandirse cuando ilumina a un cuerpo femenino,
con sus valles y montañas perfectamente dibujadas, delicada creación divina,
sutil felicidad del hombre, frágil ser de hermosa vida, el hombre ha cesado de
sollozar, ya no está solo.
Ambos seres
se miran y caminan hacia donde el otro se encuentra mientras la luz cambia su
tono por una rojo intenso, un rojo apasionadamente iluminador del espacio, un
rojo fuego… de pronto, apenas alcanzan a rozar las yemas de sus dedos, cuando
una fuerza extraña jala a ambos individuos y los regresa al lugar del que
empezaron a caminar, y la luz se torna, aunque iluminaba el espacio, oscura,
desasosegada, triste. El espacio vuelve estar oscuro, salvo la parte que lo
ilumina a él, el cuadro se abre y se descubre que la mujer está en la misma
situación: rodeada de oscuridad, mas una luz blanca iluminando el lugar que
ella pisa, ambos miran, de entre la negrura, hacia la dirección en que se encuentra
el otro. El tipo vuelve a sentarse, coloca la cabeza entre sus rodillas, esta
vez el llanto es inminente, estaba solo.
AMOR:
Un verde prado cuyo crecido pasto es puesto en movimiento
por el suave viento. Mariposas adornan el valle volando bellas por el jardín de
rosas. El cielo, luciendo su azul y blanco, deja que el gentil sol anaranjado alumbre
el éter que lo cubre. Inevitables roedores chillan melodías, de entre los
árboles frondosos, en armonía con los dulces pájaros.
Conforme se
avanza por el misterioso bosque se va dejando ver, por el oriente, una colina
altiva, en cuya cima se encuentra una enorme cabaña de piedra y madera, de la
que sale, por su chimenea, un humo hogareño con olor a leña recién cortada.
Entrando a la cabaña, y frente a la hoguera de la chimenea, se observa a un par
de enamorados abrazándose y abrasándose, entregándose mutuamente un apasionado
amor, se besan, se rozan, se tocan, se entregan, se aman.
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