Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

4 oct 2016

Descenso



Luisa Carolina López Balderas

Sentado sobre una roca, viendo pasar las grandes, lentas nubes cruzando el cielo de donde el sol tiraba rayos hacia el valle. Los pinos a su izquierda, que se juntaban entre ellos, casi sin dejar que la luz toque el suelo, se sacuden lento como la hierba dorada que cubre sus pies.

Y la roca era la más alejada de sus hermanas, que también se reunían hacia las faldas de donde comenzaba la cuesta al monte, que formaba parte de otros montes, y luego de la cadena montañosa.

El silencio lo reemplazó el viento al soplar una fría corriente, que estremeció todo alrededor. Tomó suficiente fuerza para tirar piedras y más rocas, que recorrieron la ladera hacia abajo, y el sonido que hacían al acercase paralizó al hombre.

<<Bajando por las colinas a todo lo que da mi pobre caballo, no escucha mis órdenes para detenerse, no entiende que nada nos persigue. No se detiene, acelera y la ventisca golpea mi rostro cada vez más fuerte hasta que dejo de sentirlo.

De golpes a la dura roca cubierta de nieve, a un mudo galope que da contra la hierba. El aire se empieza a calentar, otra vez puedo sentir mi agitado respirar, pero mi caballo no se detiene. Está aterrado, sin ver el valle tranquilo que se abre ante nosotros. No recuerdo ya como logré que se detuviera, si hubiéramos caído no estaría vivo, recordaría el dolor. Su pánico apenas y nos salvó de aquellos que acechan entre las montañas a los viajeros, pero casi nos cuesta la vida>>.

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