Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

3 oct 2016

Imaginación de niño

Ejercicio V

César Alejandro Cantú Olivares
FCSyH, CUART: Taller de escritura
Martes 04 de octubre de 2016

Instrucciones: Construye un relato basándote en un recuerdo de la infancia utilizando los sentidos excluyendo el de la vista.

IMAGINACIÓN DE NIÑO
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Recuerdo que llegábamos de la escuela a casa y la atravesábamos, desde la entrada, pasando por la sala, y, en la cocina, mientras pasábamos se respiraba el olor de la comida que mi madre preparaba a fuego lento en la estufa: “¡Guácala, otra vez calabazas”, pensaba en lo que llegábamos al fondo de la casa donde se encontraban las escaleras. Subía con ligereza cada peldaño de la escalera con mi hermano pequeño detrás de mí; desde ese momento comenzaban nuestras aventuras: primero imaginábamos que éramos náufragos que debían encontrar, presto, tierra firme, pues a lo lejos se visualizaba el aleta en el lomo de uno de dos animales marinos posibles, bien un delfín o mal un tiburón:
         -Apresúrate, hermano, nada más rápido, he visto una isla al frente.
         -Ya no puedo más, estoy cansado y tengo mucho miedo. –Me respondía.
         Yo para animarlo le decía que la creatura marina que nos asechaba era un delfín que venía en nuestro auxilio. De pronto, con ayuda del delfín, llegábamos a la puerta de nuestro cuarto, entrábamos en él y llegaba un olor a limpio, como a aromatizante; mi madre había hecho la limpieza.
         Llegábamos nadando hasta nuestras respectivas camas. No éramos más unos pobres náufragos, sino unos bizarros y aguerridos capitanes de piratas y éramos enemigos:
         -¡Pero qué veo con mi ojo vivo, mi más grande rival en todos los siete mares, “Barbas Sucias”! –Decía mi hermano cerrando uno de sus ojos- nos volvemos a encontrar por estas turbias aguas, ¿no habrás llegado al tesoro de las Sirenas antes que yo, o sí?
         -¡Ja-ja-já!, –reía yo estrepitosamente- ¡Arg! Como siempre, Ojo Muerto, llegas tarde, el tesoro de las horribles Sirenas ahora es mío, sólo tuve que entregar a la mitad de mi tripulación, pero nada vale más que mi preciado oro. Este tesoro es todo mío y no puedes hacer nada al respecto.
         -Eso lo veremos, ¡Artilleros! –Gritaba mi hermano- preparen los cañones, ese Ojo Muerto tiene nuestro tesoro. El muy sinvergüenza nos hizo el magnífico favor de entregar a las Sirenas su tripulación por nosotros, ya no debemos sacrificaros, mas debemos pelear si queremos que sea nuestro. ¡Preparen sus armas, arribaremos su barco en cuanto estemos cerca. Esperan mi señal para el ataque. ¿Listos?, ¡Ahora, fuego!
         Entonces tomábamos las almohadas como balas de cañón y comenzábamos la trifulca disparándonos suaves proyectiles de plumas, después, brincaba hacia mi barco, tan pronto como lo hacía, comenzábamos a pendenciar con lo mismo que nos servía de balas y, justo en el momento en el que iba a cortarme la otra mano, escuchamos el grito de:
         -¡Niños, a comer!
         -Ya vamos –contestábamos a una sola voz y regresábamos al mundo real.
         -¿Cuando terminemos de comer jugamos a la lucha libre? –me decía mi hermanito.

         -¡Claro que sí, podemos jugar todo el día, porque es viernes y mañana no hay escuela!  

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