Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

30 abr 2016

Cuerpo algodón de azúcar II


          Emmanuel Martínez Rangel.

Andas cargando pesar y pensar 
ingenuo cuerpo trasnochado, 
fluorescencia despiden tus manos
orilla a tu orilla, seno y vientre,
sabrás de mi, amor sabrás de mi.  

Sabrás de mi a tu cuerpo frío, 
orilla a mi orilla, cefalo a piel,
frío, callado, tenue apretón que encierra 
imagen de tu mano bendita,
añorada, ingenua, tan ingenua. 

Variación de noches a tu lado
piel a pie, mano y mano, rojo carmesí, 
me envuelve, rojo carmesí y eres tu
en mi sueños, y me tragas bocado a bocado.

Cuerpo blando, tan blando, algodón de azúcar
rosa, multicolor, rosa revirado y es mio
y es tuyo, inhumano, ajeno, 
naturalidad, vista a mi vista, 
ojo que no calla y veo, 
te veo: negro, azul, verde, multicolor,
¿recuerdas?, multicolor.

Será la noche, la noche que tu cuerpo cubre,
y como el astro supremo, 
aquel que siempre visitábamos entre sueños,
vista al frente, y tu mano,
bella y tersa mano a tu mentón,
acariciabas dulcemente tu labio,
labio que no dejaba de moverse,
de parlar, ¿cuantos lunares tendrás?

Lengua mordida entre dientes,
distantes dientes a los míos,
los tuyos, aquellos perfectos 
blancos marfil
ahora, un mechón de cabello ha caído, 
y tus parpados cansados.

Pestañeo y entre dientes el nombre,
maldito nombre aferrado, diferente al mío,
al nuestro, a los que fuimos, seriamos.
tu cuerpo en mi cuerpo, cuerpos,
qué haré sin tu cuerpo esta noche oscura,
tan oscura, si mi astro Selene ha partido,
me ha dejado en la orilla, y quedas,
quedas aquí, con el resplandor de la mañana.

Estoy desangrando, mi mano está herida,
y se que no sería lo mismo,
la tuya tiene aquel pedazo de carne que antes estaba unido, único contrato verdadero, pacto inexplicable,
desaparecemos, eterna desaparecemos,
o quizá desapareces, ¿cuantos lunares tendrás? 

Algodón de azúcar que me trajo a ti. 
Regreso, te tengo conmigo, a mi lado, 
rosado algodón de azúcar, mi eterna, 
rosado algodón, algodón de azúcar, 
te debo uno multicolor,
me debes aquella que nunca, 
me debes la maldita vida amor. 

-Emmanuel Mará.

20 abr 2016

REFULGENTE

por: Luis Daniel Razo Infante
Camino por la acera, voy despacio
sin sentido aparente,
mientras camino,
el sonido se empieza a nublar
y a cada paso,
los colores se distorsionan
al compás de ese sonido nublado.

El viento solano se desliza, me abraza
y seca mi piel, es cálido
como una caricia, me envuelve
y juguetea con mi cabello.
Sigo de pie, en el camino
sin esperar nada,
sin pensar en detenerme,
enmudecido,
ciego
y sordo,
sin siquiera estar seguro
de aún seguir vivo.

Tal vez, sólo soy un sueño.

Uno de esos que se vuelven pesadilla
en un momento inesperado,
como acechado por lobos
o por la muerte.

Camino despacio,
hasta que regrese por completo
el sonido que desapareció,
y que los tenues colores se llenen de vida.

¡Sigo!
con el sol y la luna de frente

con ilusiones convertidas en demonios tras de mí.


¡Sigo sin poder parar!
Como si flotara en este viento seco.

¡Sigo!
hasta que el tiempo se detenga
y yo me detenga con él.