Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

11 oct 2016

II

Por: Octavio Daniel Loredo Olmos


Está ahí, parado, en medio del vestíbulo de la casa donde alguna vez vivió. Paso un dedo por los muebles, estaban llenos de polvo y algunos bichos muertos por encima. A cada paso que daba, la madera crujía, como si fuese a desmoronarse.
El olor a humedad era obvio, el techo ya no protegía como antes. Esas viejas habitaciones, los cuartos, las paredes, las puertas, todo está dañado por el paso del tiempo, pareciera no perdonar, y así era.
La obscuridad de la casa a penas y dejaba ver algo, pero ahí estaba… su habitación o la que solía ser cuando era niño. Quedaban un par de muebles, una silla y su cama. Un montón de cajas con algunas cosas que ya había olvidado, y Willy, un pequeño conejillo de arcilla y amigo inseparable de la niñez, posaba en el filo de la ventana como esperando ese día, el día que regresara.
Movió un poco las cortinas para dejar pasar un poco el sol, todo era como recordaba, aunque parecía más pequeño el espacio.

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