Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

4 oct 2016

Cansancio e insomnio



Luisa Carolina López Balderas

Una mujer de treinta y cuatro años que volvía de una fiesta con la familia. ¿Fue boda, bautizo o quince años?, ¿de verdad importaba? Ya le daba igual, solo diferentes excusas para reunirse y saludar a los tíos ebrios, a los primos casados, a los sobrinos ruidosos y al silencio de las respuestas cuando las daba. Las miradas que acompañan a este último cuando le preguntan: ¿Cuándo se casan?, ¿cuándo los hijos?, ¿otra vez se cambian de ciudad?

Suficiente eran los pedientes en el trabajo… al fin veía crecimiento en las ventas, y la vida útil del producto se veía para rato. Pero el salón ruidoso dio lugar al dolor de cabeza. Algo debía hacer para detenerlo.

Con el té de lavanda humeante, una tenue luz que se asomaba desde la cocina, acompaña la lámpara de pie junto al sofá.

¡Ay, la familia!, cómo le agotaba, pero ¡cómo los quería! Lo demuestra cada vez que la invitan, incluso entre semana, a sabiendas de lo cansada que se siente y del insomnio que le llegaba.

A media madrugada, su té y su libro la felicitaban: “Soy mitad agonía, mitad esperanza”.

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