Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

30 abr 2015

Trato de entender lo que no entiendo

Trato de entender lo que no entiendo
que me importas me doy cuenta
que de nuevo cuando tu nombre oí,
mi existencia la hice a un lado
no estoy mal, tan sólo estoy sin estar

Trato de entender lo que no entiendo
y me asusto con mi sombra
y sus miradas imaginarias
ayer te fuiste, hoy te encuentro
anhelo y maldigo tu  recuerdo
sencillamente, ya no siento

quisiera nadar en hondas aguas
quisiera romper muros de cristal
quisiera quedarme sin aliento
quisiera sentirme preso
en tus brazos de sirena
quisiera tu quietud sofocada
en respiros cortos y constantes
y caer en lentos y pacientes.
Besé sin agua salada,
respiré vida, poema
trato de entender lo que no entiendo
frígido desierto, escondes oasis,
escondes recuerdos, te escondes de mi.







Pugnas mi miedo

Angustia de noches eternas, duermo y despierto en zozobras
Anhelar y tener, mentiras piadosas
    No dormiré

Séptimo día cierras los ojos, tu ocaso presenta infinitos
La calavera baila, me mira y la miro

Camino noctambulo y el deber lo olvido
Miedo pugnas mi miedo
Verde recinto de cuatro muros, enseñas silencio
Blanca cruz que apuntas al norte
mano progenitora muéstrame como dormir.





24 abr 2015

Marchita

Stephanie N. Juárez Rodríguez
Soy ese amor
Flor que surge y va creciendo
Temblorosa y hambrienta
Voy viviendo
Tatuando cada momento
Bella flor que apenada
Voy perdiendo
Mi olor con el viento
Temblorosa voy escondiendo
Cada pétalo en mis recuerdos
Dolor es el que siento
La agonía del silencio
Flor que con el tiempo
Envejeciendo va cayendo


Mi razón de creer

Stephanie N. Juárez Rodríguez
Confió en el inmenso cielo

En el susurro del viento
Que acaricia mi cuerpo.

El ave que abraza el universo
Aquella, que en las montañas canta
Y en el viento danza.
En la tierra llena de grandeza
El agua, que me llena de serenidad y calma
El calor del sol por las mañanas
En la energía de una marea exaltada
En la pintura penetrada
En las partículas de mis entrañas
Y es la locura, la que alimenta mi alma












19 abr 2015

La mujer que nunca pudo ser amada.


 Joder dímelo tú, como te demuestro todo lo que está aquí, dices que te quiero hoy y no te vuelvo a querer hasta dentro de un mes, como si uno simplemente pudiera dejar de querer, como si no se viviera enamorado.

 Joder dímelo tú, ponte una vez en mi lugar mujer, dime quien construye sobre arena con la certeza de que en cualquier momento se pude hundir, solo los locos, por eso me atrevo a quererte de lejos, para no ser el hombre que perdió la dignidad, dímelo tu como te lo demuestro si todas mis letras de la ”a” a la “z” llevan algo de ti, de todo lo que reclamas, de todo lo que injustamente sentencias, y lo dices lo sé porque mueres de miedo, pues sabes te quiero.

 Usted bella dama dice: que si quiero entrar en su vida, que si quiero permanecer lo demuestre, como si fuera un acto heroico; usted no busca lo que puedo ser, pero tampoco busca nada, porque todo héroe tiene marcas de guerra, y muchos no podrán escalar esa barrera, quizá nadie, porque cuando uno está cerca, tan cerca; usted se encarga de subirla un poco más.

 Usted ha de querer una historia, yo ya le estoy dando una, aquí mismo tengo el título:


“La mujer que nunca pudo ser amada”.

16 abr 2015

Recordando a la musa perdida.

Todos tenemos una, una musa
Un malestar que llena el alma
Con la que vemos el mundo.

Todos tenemos una musa
Una que te quiere
Nunca te deja
Cual sombra te acompaña
A veces te traiciona
A veces  te mata.

Todos tenemos una musa
Para verle
                Amarle
A veces
Su nombre lo componen veinte letras
A veces menos
                     A veces más.

Todos tenemos una musa
Puede medir uno sesenta
Uno ochenta,  uno setenta
Eso no importa.

Todos tenemos una musa
Con una hermosa piel canela,
Color nube o el rosado toronja

Todos tenemos una musa
No todos le escriben
No todos le ven.

A veces la musa va cambiando
No quiere mostrar su rostro
Rostro desgajado.

No todos le quieren
No aman como algún día yo le ame
Usted musa perdida  
Anda y anda sin salir de mí.

Usted musa inconsciente
Que me quieta el aire
Que me deja vivir.

Usted está cerca de mi cuerpo
A veces siento el roce
A veces su calor me congela.

Musa perdida te hablo a ti,
                       A ti,
                          A usted,
                             A la marginada.

Usted bella musa mía
Le pido se manifieste esta noche
Me haga saber si también  me quiere
Si acaso sufre.

Cada noche cuando le hable
Con su mirada conteste
Con su sonrisa enamore

Musa perdida
Perdida en mi subconsciente
Perdida todas esas tardes de congoja
Perdida todas esas noches
Donde el sueño nunca concilié

Usted hermosa musa
Déjeme amarle hoy
Aunque nunca más le pueda ver.

13 abr 2015

CALOR DE LUNA.


  Calor de luna
al alma la suya
al alma la nuestra 
cobija del vacío 
en esas noches funestas.

  La noche, miles de noches
los días cuando el rayo de luz toca su blanco rostro
el rostro en el que posamos nuestros cuerpos
cuerpos sobre algodón de azúcar.

  la cama que no es cama
cama que siempre observa 
erguidos al amanecer 
los pequeños saltan en ella
les brinda confianza 
                                seguridad 
una que otra carcajada
 a veces unos besos si es que caen.

  Amores 
                Amantes
tenemos refugio
lugar de consuelo
valsa que lleva a la orilla
sus almohadas dos remos
rescatan de la tempestad 
esas tardes cuando arrecia la lluvia
y afuera día soleado.

  Ese viejo camastro que te llena el alma 
guarda tantos secretos 
guardara otros tantos mas.

noches apasionadas
los cristales se empañan 
 el calor invade la alcoba
     beso a beso
                     caricia a caricia
se han hecho pactos carnales
se han besado hasta los pies. 

  Esa convaleciente 
tiene de vida
lo que tiene de muerte
sus cuatro barrotes
la mantienen en pie

  Es como un viejo farol 
que te guía hasta la siesta
como una metralla 
que mitiga tus penas
   alivio
           resignación
ella todo lo puede 
si la noche es serena
acércate su rostro te espera. 

6 abr 2015

Una tarde y no eras mía

                                                  Por: Alexis Guerrero Lomelí
Desperté como nació el día aquella primavera agitada.

Su cabello rizado que cubría mi cara, acariciaba su espalda tibia y suave.

Deslice mi perfume por sus caderas; hasta encontrar el húmedo delirio bajo sus sábanas blancas. Ardor que me hizo contemplarla… desearla.

Era mía, tan mía como las estrellas a la noche y aun así no podía tenerla.

En mi rojo más intenso encontré su mirada, caricia a caricia me desvestía a sus labios, cada vida se me iba y ni siquiera podía besarla.

Con la tarde dos copas de vino. Un París en pos del amor, una Eiffel incendiada por el sol, una carta y una flor.

De su aliento, mi último aliento la despedía; la tinta que derramaba era ya mi agonía, pues clavada a su pecho ya me tenía.

Morí. Amor morí, en tus venas descubiertas, en el escarlata de tu sangre, derramado en llanto sobre mí.
Morí así, en el pétalo que me quedaba.


Con letras la deje y con espinas la hice mía.
Era Tarde y me basto para quedarme en su balcón... convertido en una flor.