Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

27 may 2014

El fruto que cambió al mundo

Por: Edgar Moisés Camargo Castro



Manjar de los dioses. Fruto de la tentación. Dulce prohibición. Quien te prueba no quiere dejarte, pues saborearte es un gusto. Tu aroma hipnótico atrae desde siempre.

Por ti, los primeros pobladores fueron desterrados del paraíso; por ti, el mundo se volvió pecador; por ti, la ciencia entendió como funciona la gravedad; por ti, la tecnología se apoderó de todo.

Símbolo de pasión. Pasión que desatas cuando los amantes te degustan, como el deseo despertado en ellos al besarse por primera vez.

Símbolo de sabiduría, cuando los eruditos te prueban; como aquella persona que se maravilla al descubrir lo fantásticos que son los libros.

Símbolo de discordia y belleza, pues una guerra se alzó en tu nombre; como la mujer desnuda del alma que se descubre a sí misma por primera vez.

Has sido inmortalizada en cuadros, en historias épicas,en mitos, en cuentos, desde los más infantiles, hasta los más eróticos. Has sido desde siempre, motivo de inspiración.

Y ahora, pasaste de ser manjar divino al dulce gusto de los mortales que tenemos la dicha de deleitarnos con tu sabor, tu textura, tu aroma.

Con un sólo mordisco eres capaz de trasladarnos, de un segundo a otro, desde la tierra que hoy pisamos, hasta el Nirvana, el Valhala, hasta el mismo cielo que nos aguarda.


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