Por: Alejandra López Sánchez
Miras
al alrededor y tus ojos se detienen en algo que capta tu atención.
Es
una manzana. Su forma es perfecta y única. Es roja como la pasión, te abre el
apetito y tu rostro se ilumina al pensar en comerla.
Es
una fruta deliciosa. Por fuera es brillante y dulce. Por dentro es suave y
jugosa.
Proporciona
felicidad a cada momento. Olvidas los amargos momentos y te transportas a los
recuerdos de tu infancia.
El
crujir de cada mordida te libera de tu rutinaria vida, hace que todos tus
sentidos se enciendan y gocen plenamente
.
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