Reseña: Casa Tomada
Julio Cortázar
Edición: 2006
Reseña por Alberto Piña
Uno
de los escritores más conocidos de América Latina es Julio Cortázar, que es el
cuentista latino por excelencia, podría yo mismo recomendarles otros cuentos
del mismo Cortázar, que te dejan con una sensación de odio hacia el autor, por
dejarte en la duda del “¿Qué diablos
sigue después?, tal y como lo es el cuento de Casa Tomada. La forma de
escribir de Cortázar es simple, aunque si decides entrar un poco más en lo que
escribe, yo recomendaría un pequeño diccionario de bolsillo, por aquello de los
regionalismos argentinos que podemos encontrar dentro de sus magnos relatos.
Pero, ¿por qué el odio hacia el autor qué
menciono? yo afirmo –dentro de mi propia experiencia que he tenido al leer los
cuentos de Cortázar- que vas creando una relación de amor y odio con el autor,
por el simple hecho de que Cortázar le gusta jugar con los relatos, sólo nos
muestra una pequeñísima parte y más de una vez nos deja con la intriga de saber
qué es lo que pasa después, un ejemplo de otro relato es “Los Venenos”, qué nos
muestra una infancia en un suburbio, una relación de “traición familiar”, de corazones solitarios y rotos, que a la edad
de un niño de diez años puede crear diversas situaciones. A mí me hubiera
encantado saber qué paso después de ese final, lo mismo me pasa con “Casa
Tomada”, un cuento escrito por Cortázar en el año de 1946, en una revista
publicada por Jorge Luis Borges. En este cuento de Cortázar narra la historia de
dos hermanos que poseen una gran casa colonial, que por la forma en la que se
narra es esplendida, enorme y única. Más que una casa, es el lazo que une a los
dos hermanos, una relación que pretende cuidar a toda costa la enorme
casa.
Los
hermanos que habitaban la casa, tenían una vida completamente cotidiana, como
el viento de otoño, tan rutinaria como la vida de un trabajador que ha dedicado
su vida completa a una empresa, tan especifica como las palabras que guardan
los diccionarios, nada espontaneo como las palabras y las cosas. Ellos habían
tenido parejas sentimentales en su vida, sin embargo el lazo de la casa ha sido
primordial. El hermano se le murió su novia, y nunca hizo por buscar alguien
más, en cambio la hermana rechazo ofertas de matrimonio, solamente por estar en
la casa y poder conservarla.
Un
día, romperían completamente su rutina, ya que alguien tomaría dicha casa, sin
embargo los hermanos, al saber que alguien entró en la casa sólo decidieron
alejarse de la escena y encerrarse en un cuarto, donde no podrían entrar los
dichosos intrusos. Después de esto, ellos regresaron con su vida cotidiana, con
los intrusos dentro de la casa aun, la hermana tejiendo el hermano pensando que
había dejado sus libros, después escuchan ruidos y se salen del cuarto para
ingresar a otro, así, hasta quedar completamente “acorralados”, donde
decidieron irse de la casa, despojándose de toda posesión y recuerdo, cerrándola
con llave para después tirarla por la
alcantarilla, y así prevenir que “algún
pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la
casa tomada”.
Aquí
es cuando nace esa pequeña rabieta por Cortázar, por dejarme con la incertidumbre
de saber quién cojones entró en la casa, y por qué si había un lazo que unía a
los hermanos que era la casa, no se hizo nada para recuperarla, ni el más
mínimo intento. O quizá nadie entró en la casa, y fue la locura quien los
orilló a salir de la casa, por la culpa de una relación de incesto que pudo
haber ocurrido. Han surgido muchas teorías y análisis sobre este cuento, y de
saber quién tomo la casa, y quizá nunca lo sabremos, ya que en una conferencia,
se le preguntó al mismo Cortázar, y él mismo respondió que no sabía quién había
tomado la casa. En pocas palabras, tendríamos que hacer un exhaustivo ejercicio
arqueológico mental para poder profundizar en la obra de Cortázar y averiguar
quién cojones tomó la casa, o quizá moriremos con la duda. Sí, probablemente
moriremos con esa duda, gracias Julio.
Sí usted quiere leer este u otros cuentos de Cortázar, no dude en
visitar la biblioteca más cercana de nuestra ahora Benemérita (el chiste se
cuenta sólo) Universidad “Autónoma” (el chiste se vuelve a contar sólo
nuevamente) de San Luis Potosí, que dentro de su acervo, cuenta con las obras
del Julio Cortázar. Acérquese, no muerde.
Alberto Piña