Lid
Analleli Contreras
Cayó al suelo exhausta, el alivio comenzaba a surgir. No
tenía consciencia del silencio a su alrededor. Poco a poco se incorporó,
manteniéndose de pie frente al abismo.
Mantenía la imagen, la escena en cámara lenta. Entonces comprendió el alcance de lo sucedido.
Las manos ensangrentadas eran contempladas por sus agobiados ojos. El terror
remplazo la paz.
Revivía ese momento.
La pugna por librarse de ella, por alejar la cara afilada de la muerte. La
lucha por salir con vida. Al final, desapareció en la profundidad. La había
asesinado.
Temblorosa tomó la daga y la dejó caer al vacío. Quedo parada
dándole la espalda a los primeros rayos del alba. Aquella noche una parte de
ella pereció también.
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