Título de la
obra: Instrucciones para llorar
Autor: Julio
Cortázar
Edición:
2006
Reseña por Alberto Piña
Reseña por Alberto Piña
¡Deje
de ser tan perezoso! Hay cuentos tan cortos y tan bellos a la vez que no hay
excusa para no leerlos, y así usted mismo tendrá un criterio propio sobre esta
literatura, un ejemplo de ello son las instrucciones para llorar. Así es, leyó
muy bien, instrucciones para llorar. Es un pequeño ensayo, que no sobrepasa una
página tan siquiera, escrito por Julio Cortázar y publicado en el año de 1962
en “Historias de Cronopios y de Famas”,
describe una metodología precisa de cómo se debe de llorar, por si alguien se
le ha olvidado como hacerlo, nuestro buen amigo Julio, nos da una serie de
pasos de cómo lograr el llanto que tanto se guarda, por hacerse el fuerte. En este breve ensayo, se demuestra nuevamente
que Cortázar es un excelso escritor, y que no hay duda para que usted lea algo
o escriba, no importa la extensión, sino el sentimiento que le provoque.
Si a usted se le ha olvidado
como llorar, o alguna otra persona que
se hace llamar humano se le ha olvidado como concebir el llanto, no se preocupe
más, yo mismo le pongo la receta aquí abajo, escrita por el buen Julio para que pueda sacar ese llanto
que tanto se ha guardado, se recomienda hacerlo lo más pronto posible, porque el
acumulamiento de llanto, puede causar frustración, amargamiento y un odio
tremendo por cualquier cosa que se le atraviese, así que chille, está permitido
para todas los géneros, edades y clases sociales. Chille usted;
"Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos".
(Julio Cortázar, 1962)
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