Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

20 may 2014

A dollar change


Por: Alexis Guerrero Lomelí

Banco Rinchmayor, dicen mucho el lugar más seguro y preciso de Londres, eso podría haber sido cierto, hasta hace pocas horas, cuando me llamaron.

El reconocido lugar, había sido sitiado por muchas patrullas, una alerta se había activado, sobre un robo mayor, sin que nadie se pudiera haber dado cuenta.

Cuando llegue al lugar, pedí que se me mostraran los videos de vigilancia. Y cheque con rigor cada cuadro, sin encontrar mayor pista que un dollar, junto a la repisa principal.

Los sospechosos, una secretaria, la intendente, el vigilante y un fotógrafo. Cada de uno de ellos, estuvo durante el acto vandálico.

Comencé con la secretaria, quien comento: “sucedió que cuando casualmente trabajaba mi puesto, atendiendo a un cliente, que deseaba retirar dinero del banco. Pero por unos percances tuve que ir por unas cartas de retiro. Al volver ya no estaba el cliente, pero estaba un fotógrafo, que retrataba parte de la arquitectura del banco. Decidí preguntarle si había visto al cliente, no recibí repuesta, pero en a la vez me di cuenta que su llave bancaria no estaba, y por tanto que el banco había sido robado.”

─ en su conclusión, dígame señora, ¿qué sucedió? ─con voz firme le pregunte.

─ ¡Señorita por favor!

─ Si bien….dígame

─ bueno yo creo que fue ese fotógrafo mugroso, el que robo el banco.

Pasando con la intendente, su versión fue: “estaba limpiando como siempre lo hago, pero sucedió que me percate de un sujeto peculiar, alguien ajeno y con algo distintivo a cualquier otro cliente, portaba una cámara, “un fotógrafo ─le sugerí”. Él tomaba constantemente fotografías, sin ningún disimulo y en varias ocasiones me ensucio el piso. Me fue molesto lo que hizo, por lo que iba a pedirle que me hiciera el favor de no pisarlo con tal descuido, cuando escuche un grito, era el de la secretaria que decía que había sido robada.”

─ ¿Usted qué hizo? ─le cuestione.

─ Nada, seguí trapeando.

Hable con el fotógrafo, y su argumento fue: “pues yo decidí ir a ese banco, pues es uno de los lugares marcados como importantes, en el estudio de la arquitectura, y ya aquí decidí pasar y tomar también del interior del banco.

─ ¿Cómo le hizo para acceder, si en los bancos no se permiten cámaras?

─ Pues no, pero debo admitir, que el vigilante, me dejo pasar por un trueque de un billete que trajera.

Esto me pareció bastante peculiar, pues entonces ya sabíamos cómo había llegado el billete.

El siguiente en la lista era el vigilante, que con brevedad dijo: “yo nunca me moví de puesto, por lo que no pude ver lo que sucedía hasta que se activó la alarma”

─ ¿vio que personas estaban cerca de la escena y lo que hacían en el momento? ─cuestione.

─ Si, la secretaria trabajaba como siempre, mientras que había un chavo fotógrafo que manchaba el piso trapeado de la intendente.

Este último comentario, me dejaba mucho en la garganta, pues nadie de los interrogados, había mencionado jamás al vigilante, más él si sabía dónde estaba cada uno de ellos.

Por respuesta al dólar, ya sabía que el vigilante, tenía que ver con el robo, pero aún quedaba una incógnita más…donde quedo el dinero, si ninguno de ellos salió del edificio.

Me cuestione mucho sobre todo la escena, pero no podía llegar a una conclusión lógica.

Más tarde, pedí que fuera arrestado el vigilante, en conjunto con su cómplice la secretaria. Pues había concluido en algo lógico. Era obvio, el vigilante, al no haber sido percibido, podía moverse, pero no solo y sucedía igual que en las descripciones anteriores, nadie menciono al vigilante, y tampoco nadie menciono al cliente de la secretaria. Mismo que nunca existió. Ella había ido por documentación, exacto, pero también por el dinero. Mismo que se dio por perdido cuando el vigilante lo tomo y tiro el billete. Un personaje ficticio…¡no!, solo una trincada mal hecha.

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