Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

16 nov 2016

¿Donde está Aleph? El Aleph de Jorge Luis Borgues

Jorge Luis Borgues.
“El Aleph”
Buenos Aires, Argentina.
1ª. Edición, 1949.
Grupo Editorial Emecé.

11 páginas.



Borges nació el 24 de agosto de 1899 a los ocho meses de gestación, en una típica casa porteñá  de fines del siglo XIX, con patio y aljibe, dos elementos que se repetirán como un eco en sus poesías. Su casa natal estaba situada en la calle Tucumán 840, pero su infancia transcurrió un poco más al norte, en la calle Serrano 2135 del barrio de Palermo. La relación de Borges con la literatura comenzó a muy temprana edad, siendo que a los cuatro años ya sabía leer y escribir. Diría, ya con 71 años de edad, que "Si tuviera que señalar el hecho capital de mi vida, diría la biblioteca de mi padre. En realidad, creo no haber salido nunca de esa biblioteca. Es como si todavía la estuviera viendo...todavía recuerdo con nitidez los grabados en acero de la Chambers's Encyclopedia y de la Británica". En 1905 comenzó a tomar sus primeras lecciones con una institutriz británica. Al año siguiente escribió su primer relato La visera fatal siguiendo páginas del Quijote. Además, esbozó en inglés un breve ensayo sobre mitología griega. A los nueve años tradujo del inglés El príncipe feliz de Oscar Wilde, texto que se publicó en el periódico El País rubricado por Jorge Borges. En el barrio de Palermo, que por aquella época era un barrio marginal de inmigrantes y cuchilleros, conoció las andanzas de los compadritos que después poblaron sus ficciones. Borges ingresó al colegio directamente en el cuarto grado. El inicio de su educación formal a los 9 años y en una escuela pública fue una experiencia traumática para Borges, los compañeros se mofaban de aquel sabelotodo, que llevaba anteojos, vestía como un niño rico, no se interesaba por los deportes y hablaba tartamudeando. Durante los cuatro años de su permanencia en ese colegio, Borges no aprendió mucho más que algunas palabras en lunfardo y varias estrategias para pasar desapercibido. 




 “Tengo la sensación de haber querido estar 
en otras partes pero de haber estado siempre aquí. 
Sigo entre los eucaliptus y el laberinto, 
el lugar en que uno puede perderse. 
Supongo que uno también puede perderse en el paraíso”


Jorge Luis Borges consideraba que había heredado dos tradiciones de sus antepasados: una militar y otra literaria. Desciende de varios militares que tomaron parte activa en la Independencia Argentina, como Francisco Narciso de Laprida, que presidió el Congreso de Tucumán y firmó el Acta de la IndependenciaFrancisco Borges Lafinur, su abuelo paterno fue un coronel uruguayo; Edward Young Haslam, su bisabuelo paterno fue un poeta romántico que editó uno de los primeros periódicos ingleses del Río de Plata, el Southern Cross; Manuel Isidoro Suárez, su bisabuelo materno fue un coronel que luchó en las guerras de la Independencia; Juan Crisóstomo Lafinur, su tío paterno fue un poeta argentino autor de composiciones románticas y patrióticas y profesor de Filosofía; Isidoro de Acevedo Laprida , su abuelo materno fue un militar que luchó contra Juan Manuel de Rosas.

Su padre, Jorge Guillermo Borges, fue un abogado argentino, nacido en la provincia de Entre Ríos, que se dedicó a impartir clases de psicología. Era un ávido lector y tenía aspiraciones literarias que concretó en una novela, El caudillo, y algunos poemas; además tradujo a Omar Jayyam de la versión inglesa de Edward Fitzgerald. Para 1970, Jorge Luis Borges recordaba con estas palabras a su padre: «Él me reveló el poder de la poesía: el hecho de que las palabras sean no sólo un medio de comunicación sino símbolos mágicos y música». Su madre, Leonor Acevedo Suárez, era uruguaya. Aprendió inglés de su marido y tradujo varias obras de esa lengua al español, así Borges creció como bilingüe ya que la familia de su padre tenía orígenes españoles y posiblemente portugueses.




En 1914 el padre de Borges se vio obligado a dejar su profesión, jubilándose de profesor debido a la misma ceguera progresiva y hereditaria que décadas más tarde afectaría también a su hijo. Junto con la familia, se dirigió a Europa para someterse a un tratamiento oftalmológico especial. Para refugiarse de la Primera Guerra Mundial, la familia se instaló en Ginebra (Suiza), donde el joven Borges y su hermana Norah (nacida en 1902) asistirían a la escuela. Borges estudió francés y cursó el bachillerato en el Liceo Jean Calvin. El ambiente en aquel establecimiento de inspiración protestante era completamente distinto al de su anterior escuela de Palermo, sus compañeros, muchos de ellos extranjeros como él, apreciaban ahora sus conocimientos e inteligencia y no se burlaban de su tartamudez. Durante esa época leyó sobre todo a los prosistas del Realismo francés y a los poetas expresionistas y simbolistas, especialmente a Rimbaud. Con la sola ayuda de un diccionario aprendió por sí mismo el alemán y escribió sus primeros versos en francés.




Gracias al fin de las hostilidades y después del fallecimiento de su abuela materna, la familia Borges marchó a España en 1919. Inicialmente se instalaron en Barcelona y luego se trasladaron a Palma de Mallorca. En esta última ciudad Borges escribió dos libros que no publicó: Los ritmos rojos, poemas de elogio a la Revolución rusa, y Los naipes del tahúr, un libro de cuentos. En Madrid y en Sevilla participó del movimiento literario ultraísta, que luego encabezaría en Argentina y que influiría poderosamente en su primera obra lírica. Colaboró con poemas y en la crítica literaria en las revistas Ultra, Grecia, Cervantes, Hélices y Cosmópolis. Su primera poesía Himno al mar, escrita en el estilo de Walt Whitman, fue publicada en la revista Grecia el 31 de diciembre de 1919.

Borges fue un personaje polémico, con posturas políticas que se estima fueron óbice para ganar el Premio Nobel de Literatura, al que fue candidato durante casi treinta años y jamás le fue otorgado. 





La obra inicia con una carta de Hamlet y en seguida mencionan un día de febrero del año 1929 en el que una mujer alta, frágil y ligeramente inclinada en su caminar llamada Beatriz, muere de una agonizante manera. Desde ese año Jorge visitaba la casa de Beatriz cada 30 de abril a las 19:15 hrs., platicando alrededor de veinte y cinco minutos con el hermano de Beatriz, un señor rosado, canoso y autoritario llamado Carlos Argentino Daneri. Cada año Jorge aparecía en la casa un poco más tarde para quedarse viendo las fotos y cosas que utilizó  Beatriz. Fue hasta doce años más tarde, en el 30 de abril de 1941 en que Jorge llevó a casa una botella de coñac de Argentina, por lo que Carlos inició la lectura de estrofas de la biblioteca de Juan Crisóstomo Lafinar y continuó con un poema que hacía alusión a un paisaje de estado de Queensland en Australia para que Jorge saliera de casa hasta la medianoche. Por primera vez en la vida de Jorge, dos domingos después de aquella visita, Carlos le habló por teléfono para que se reunieran en un salón-bar, pidiéndole escuchará las correcciones que había hecho a su poema. Carlos y Jorge se vieron y esto provocó que Daneri quisiera invitarlo al día siguiente para que conociera a una persona con la que Beatriz, su Beatriz, siempre se había distraído, Álvaro.      

La narración de este cuento es por una persona, Jorge Luis Borges crea un personaje masculino en el cuál cae la historia por completo y no menciona su nombre, lo cual hace suponer que se trata de él mismo. En la obra se mencionan a ocho personajes alrededor de su amada Beatriz Elena Viterbo, Carlos Argentino Daneri su primo hermano, el esposo Roberto Alessandri, su amiga Delia San Marco Porcel, su amigo Villegas Haedo, Zunino y de Zungri los propietarios de la casa y Álvaro el primo hermano.




El titulo de la obra es muy preciso, corto y a mi parecer crea un ambiente de intriga, por lo que es adecuado, ya que para el desenlace de la lectura tiene un gran peso. Al ver un título tan pequeño, se imaginarán varias situaciones conforme se lee el texto.

El cuento está organizado de un modo cronológico, no tiene actos ni existen capítulos o escenas. Se mencionan fechas del siglo XX y en algunas ocasiones se relatan situaciones desde retrospectiva, pues el personaje principal da su punto de vista.

Borgues utilizó un estilo formal, de entrada escribe dos párrafos de Hamlet en inglés. El lenguaje es sencillo y asimilable para un lector promedio.

El tema de la obra es natural, crítico, desinhibido y discreto, porque es un hombre que ama a una mujer sin ser correspondido, aún después que ella fallece él sigue recordándola con la misma admiración y cariño. El escritor es muy convincente en sus diálogos, pues detalla de una manera creíble, al querer tratar a una familia que no conoce.




Entre el inició, los momentos descritos durante el cuento y el final de la obra si existe lógica. El final se resuelve de una manera satisfactoria y poco inusual.

Al inicio Borgues tenía muy presente a Beatriz, pero después de que recordó otras cosas que había hecho y visitó su pasado, comenzó a olvidarla, ya que a fin de cuentas Beatriz sólo permanecía en su presente con fotografías y no en su vida física, porque solo así pudo darse cuenta que los pensamientos de ella eran propiedad de otro hombre y jamás fue para Jorge Luis. Cuando Carlos le mostró su Aleph, él ya no pensaba en Beatriz como su todo, ella posiblemente formó muy poco de su vida.

La historia es algo lenta, pero conforme se comienza a entender que su amor por Beatriz fue un motor que lo ayudo a conocer al Aleph, entonces se comprende mejor lo narrado. El aleph una palabra que denomina a la primera letra del alfabeto de la lengua sagrada, entonces el Aleph de Jorge Luis es Beatriz, siempre ha sido ella una mujer Estela Canto que estuvo en su mente por mucho tiempo y, a pesar que Borges le propusó matrimonio, ella se negó ya que tenía un predominante liberalismo sexual, con el paso del tiempo Borgues la olvidó, se borró el amor que sentía por ella y se volvieron a encontrar años más tarde pero como amigos.

Yo recomiendo esta obra porque me hizo reflexionar y siento que en ocasiones el todo opaca a lo poco, pero si lo poco que se ha vivido se aglomera y se logra tener un cúmulo enorme de eventos, entonces se transformará en un Aleph, mi propio Aleph.

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