Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

25 sept 2014

Retrato

Por: Jairo Cristóbal Norato Franco.




Joven de aspecto frágil, parece un apóstol de Jesucristo. Ojos pequeños similares a los de un venado, parece que le asechan y persiguen pero, cuando sonríe extrañamente cambia de ojos, se vuelve liebre o mejor aún gacela. Su nariz es un pico, como el cerro del Picacho; su boca parece la mayoría de las veces sellada. Le adorna una larga cabellera femenina que hace un curioso contraste con su bigote y barba masculinamente revolucionaria y descuidada.

Habla con calma, lento y meticuloso, cuida todo lo que dice, piensa mucho lo que habla. Su voz es de buen volumen aunque como la del típico potosino habla para escucharse más él que para los otros, es decir muy rápido. Prefiere no hablar pues.

Tímido social, rockstar en su habitación. Quien le estima le quiere mucho más por el tiempo que ha pasado junto a esas personas, que por su personalidad, él mismo se ha dicho (las pocas veces que bromea) “el mueble” ahí está, sirviendo y acompañando. La gente apenas le conoce no le suele apreciar, pero a él no le importa, prefiere con su melena jugar. Sabe escuchar.

Tiene el sueño de encontrarse siendo otro, lo ha intentado, pero ha disfrutado día a día su solitaria personalidad, en la vida espera una recompensa por su prudencia y su serena personalidad.


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