Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

28 sept 2014

Retrato: Gabriel y Miss Soledad




Por: Katia Sánchez Ortega






Es gris, tierra de marte y de carne abierta. Treinta y siete cabellos gruesos de la raíz a la altura de sus codos. Siete años con las puntas de los dedos hundidos en un óleo. Bebe aún más de lo que puede comer, y siempre le queda la ropa holgada. Tiene la apariencia de una inocencia corrupta, invadida, sin embargo, los fúnebres pensamientos los tiene ahogados en el color de su visión insondable, protegida con esas pestañas de mujer nocturna, y vigilada por un satélite a un lado de su ojo izquierdo. Sus labios depurados, siempre dejaban ver sus dientes de mazorca, blanco de titanio. Y su piel plagada de soles frustrantes, falsifica unas venas alteradas por la fluctuación del tiempo, en los brazos, en el cuello y en las sienes del cerebro.

Directo y con las manos en el pecho, se dirige a la gente con transparencia y respeto. Sacude todos los secretos de sus cielos, y su sangre la deja ver a través de sus pinceles. Mira de frente, ni de gacha ni de pena baja la cabeza, aún si sus errores fugaces y constantes, reclaman una parte enérgica de la gente.

Se canta y se baila con cualquiera que quiera hacerlo, sin imponer sus reglas, ni franquicias, menos guerras.


Está hecho de material incomparable. Como siempre, existe a veces a medias y a veces más completo, que marca caminos no recorridos, con las migas de pan que regresan de su hogar. Cada día navega y es tanta su sorpresa, que su cuerpo mismo la rechaza. Maneja sus huesos y presenta espejismos, artista que arrebata paredes y ojos de las propias órbitas. La muerte le cubre la cara mientras el frío lo acurruca, y su regazo, duele tanto en la madrugada, que mientras descansa de sus sueños e ideas, se sienta a observar a los perros, y a las palomas, les indica el rumbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario