Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

23 may 2017

Nocturnos

Valeria Angélica Loyola Frías

Nocturno 1

Sin ver, te vi, tomaste mi razón
y sola la dejaste,
en ese rincón oscuro, siniestro,
refugio de niños, terror de ancianos;

Libertad, demencia; pero voy a ese
sitio lejos por ti,
por verte, encontrarte, la luz de luna
me guiará a ti, y correré ansiosa por
amarte, y que otra cosa sino amarte,
cariño, me salvaste!

Y de la realidad, con neblina
dulce me arrebataste,
y tomaste la verdad y la hiciste
sueño, más que sueño, una pesadilla,

Y me despertaste trayendo el sueño
a una falsa verdad,
pero en esta realidad te quiero,
te quiero y te suplico,
calla las voces que a lo lejos gritan
un lamento que en este mundo alterno
causa locura, causa miedo, y si
finalmente, en tu cuerpo
resultas mentira, resultas un
sueño, más miedo me da, despertar
por la mañana y no tener tus besos.


Nocturno 2

Nueve minutos más,
para llegar al final, y gozar
de sus manos traviesas
abriéndose paso, y
su abrazo, deseoso por entrar.

Nueve minutos y
sentiré su beso, que acelerado
busca hacerme sentir
marea de emociones,
bajo el negro firmamento estrellado.

Y comenzar el juego
de pasión, presa y cazador gozando
la oscuridad, el fuego
en sus ojos, y en sus
manos dejar el tesoro anhelado.

Nueve minutos para
entrar en la habitación y soltar
un fuego que arderá
el cuerpo en deseo, y
de este sueño nunca más despertar.

nueve minutos, para
empezar y de nuevo entregar sin
reparos una parte
de mi cuerpo al impulso
nocturno de sentirlo mío al fin.

Y que solo mis ojos
le digan este secreto guardado
y entre mil besos flojos
le cuente que, para esto,
más de nueve minutos estuve esperando.



Nocturno 3

Tu, que vienes imponente
te siento aquí juguetona
pisando mis talones, tú
vacía, te burlas de mí,
divertida danzas, ríes,
te alimentas con mi dolor.

Regresa, esperanza vana
o piérdete en un rincón,
tormenta de decadencia,
vaticinio de dolor,
encadenas de amargura
a quién nadie te pidió.

En recinto desolado
cárcel de espinas y sombras
dulce ponzoña a mi sangre,
mezquina cantas victoria.

No trates de cambiar líneas
de este añorado final
negro dejas mi futuro
y tu compañía absorta
me deja en tierno refugio
de ti, mi amiga, soledad.

Nocturno 4

En penumbras he caído
por un beso de tus labios
en la oscuridad del abismo,
tratando de tocar tus manos
que me hacían arder
en fuego de deseo, y ahora
en fuego del infierno ardo.

Por seguir tus malos pasos, en
camino hacia el castigo ando,
y no me importa probar
la furia, el calor, y la penumbra.

Si te encuentras conmigo,
y conmigo la luna,
luna clara que traerá
calma a la noche de pecado
donde tú y yo vagamos
tomados de la mano.

Escondidos entre sombras,
amándonos profanos,
tentando la ira de aquella

que de día toma tu mano.

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