Lo
que soy
Blanco y negro, bien y mal, odio y amor, amistad y
aborrecimiento ¿son acaso esas chocantes dicotomías todo lo que existe? No
puedo entender los contrastes tan polares en los que el mundo se mueve. De ser
ciertas no existo, yo no soy real en un mundo donde estos polos definen a cada
ser humano.
¿Por qué
lastimo a la gente que amo sin sentir arrepentimiento? No, sí opera en mí aquel
sentimiento de haber obrado contra las leyes naturales del buen hombre, mas no
por haber dañado, sino por no sentir remordimiento alguno al haber herido,
usurpado.
Mis seres
amados, pienso con las manos cubriendo la vergüenza de mi rostro, lamento que
me hayan conocido, mi corazón llora por ustedes; sonrío lastimero por sus
infelices almas que orbitan en torno a mi contradicción.
Amigos
míos, padre, madre, hermanos, amor de mi vida, cuando tengas la sublime
oportunidad de hacerlos felices, lo haré. Por ustedes daría mi vida, esta alma
gris de sinfonías enfrentadas (armonía y estridencia) vendería para no verlos
llorar pero…
Precavidos como ciervo
herido sean: si encuentro la oportunidad de dañarlos, de hostigar la valiosa
paz que busqué y gané para ustedes, de rasgar su íntegra alegría, lo haré sin
mayor remordimiento al que anteriormente mencioné, mas los amo como un hombre
de mar ama las estrellas.
Una cosa garantizo, no
reiré. El daño que les hice, en un afán de serenarme lloraré, lloraré el no
sentir culpa. Mis ojos hinchados de lágrimas insensibles miran el horizonte de
edificado en cemento y ventanas.
Me pregunto sí… pienso,
tiemblo, este arrepentimiento por no sentir arrepentimiento me lo impuso, al
modo de los generales, el mundo blanco y negro al que no pertenezco. Me carcome
un sentimiento ajeno ¿verdad? Me enseñaron que hacer daño por intereses propios
o por mero placer es cosa de hombres malos, muertos, históricos. Yo no pienso
seguir llorando por simples personas.
Amar y lastimar no son
opuestos, son mi naturaleza.
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