"El Aleph" Jorge Luis Borges: Un vistazo al mundo

Jorge Luis Borges

El Aleph

Madrid, España

Editorial Alianza

1989

194 páginas                

 

"Para los desengaños siempre hay tiempo, hay dómines, hay bibliotecas. Para el amor por la poesía del pensamiento, hay Borges"

Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges procedía de una familia de próceres que contribuyeron a la independencia del país. Su padre Jorge Borges Haslam, su madre Leonor Acevedo Suárez y su compañera de juegos Norah.

Con apenas seis años confesó a sus padres su vocación de escritor, e inspirándose en un pasaje del Quijote redactó su primera fábula cuando corría el año 1907: la tituló La visera fatal. A los 10 años tradujo al castellano la obra “El príncipe feliz” de Oscar Wilde.

Después de llegar a Ginebra, Borges se interesó entonces en la literatura francesa y comenzó a aprender por su propia cuenta el idioma alemán a través de la novela “El Golem”. Al pasar de los años un breve paso por España donde proclama como su maestro a Rafael Cansinos Assens. Vuelve a su patria ya convertido indudablemente en un escritor. Donde en 1921 funda la revista “Prismas” y más tarde la revista “Proa”. Su primer libro en 1923 lo entrega a la imprenta “Fervor de Buenos Aires y después de varias vinculaciones colabora con Victoria Ocampo en la fundación de la revista “Sur” en donde se publica lo mejor de argentina en ese entonces.

En 1938 fallece su padre y en la temporada navideña sufre un grave accidente que a punto está de costarle la vida. Al agudizarse su ceguera Borges se resigna a dictar sus cuentos, lo cual resulta sumamente fructífero. En 1944 publica su libro “Ficciones”, con el que inicia su madurez literaria.

Con la entrada del peronismo en Argentina su madre y su hermana son detenidas por su oposición, a él mismo lo apartan del gobierno aunque no obstante con eso publica su libro más difundido y original “El Aleph”. Pese a la diversidad política el gobierno lo nombra director de la Biblioteca Nacional, ingresa en la Academia Argentina de Letras, por lo cual le suceden ahora si los reconocimientos públicos como el Premio Internacional de literatura Formentor, que comparte con Samuel Beckett.

En 1967 contrae matrimonio con una antigua amiga de su juventud, Elsa Astete Millán, boda de todos modos menos tardía y sorprendente que la que formalizaría pocos años antes de su muerte, ya octogenario, con María Kodama, su secretaria, compañera y lazarillo.

Después de varios reveses políticos, lo despojaron de su cargo y comenzaron a excluirlo de la vida cultural así como largas enemistades que tuvo en Europa, hasta el punto de que un académico sueco, Artur Ludkvist, manifestó públicamente que jamás recaería el Premio Nobel de Literatura sobre Borges por razones políticas. La concesión del Premio Cervantes en 1979 compensó en parte este agravio. En cualquier caso, durante sus últimos días Borges recorrió el mundo siendo aclamado por fin como lo que siempre fue: algo tan sencillo e insólito como un "maestro".

El relato comienza con la triste noticia de la muerte de Beatriz, el amor en persona de Borges, un acontecimiento que parece ser tan sólo uno de los infinitos cambios que sucederán en el infinito de esta historia. Buscando observar los muchos retratos de Beatriz decide acudir cada 30 de Abril, fecha del cumpleaños de Beatriz, a visitar la casa donde ella vivía en la cual se encontraban su padre y su primo hermano Carlos Argentino con el cual desarrollaría una relación no tan gustosa pero bien relacionada con la literatura.

Muchos relatos desarrollados por Carlos Argentino son los que pone ante Borges el cual atiende e indaga pero llegando a la conclusión de ser algo rutinario y aburrido, aunque resalta la invención de razones para hacer poesía. Pasados los días Argentino llama a Borges proponiéndole verle con el interés de recomendar sus poemas para ser publicados el cual cede intentarlo en una reunión de escritores, la cual pasada da a Borges la incertidumbre de esperar una llamada en respuesta a la petición hecha.

Pasado corto tiempo Argentino acude a Borges para mencionar su congoja en la cual explica la necesidad de que no derrumben su casa ya que para terminar sus poemas le hace falta un Aleph situado en el sótano de aquella casa en la que habitaba Beatriz Viterb al cual acude para comprobar su existencia, lo que condicionaría la credibilidad del escritor y que buscaría una definición entre lo real y lo ficticio.

La obra es narrada en primera persona por el mismo autor, que termina siendo también un personaje, siendo el único.

El título de la obra representa en una sola palabra el punto asombroso del universo, creando un entorno fantástico como el mismo nombre para atraer al lector y envolver su atención.

La obra no cuenta con prólogo ya que es un cuento corto y está organizada en un solo capítulo en retrospectiva ya que cuenta una historia pasada.

El final de esta obra es meramente una opinión del autor en la que expresa su pensamiento y sus razones del porqué de sus conclusiones, las cuáles fueron bien redactadas y atraen de una manera hábil al lector sobre el criterio de la verdad o falsedad del relato.

Es una obra que permanece por el nombre de la misma y por el significado del argumento principal.

Una obra maravillosa que nos acerca por un instante a una imaginación tan fantástica como el autor mismo, envolviéndonos en primera instancia en un relato retrospectivo de un hombre que relaciona en cada oportunidad posible las historias vividas con la literatura; pasando por la imaginación del internet actual, un mundo global y la perspectiva actual de que de un punto del universo a la simple vista de nuestros ojos, se puede observar el amplio universo al que pertenecemos, y dejando entre dicho si lo que vemos es que existe o tanto hemos olvidado así como perdemos los grandes recuerdos de nuestra vida.

 

Un autor de ésta índole no podría tener como Obra maestra otro cuento menos importante ni fabuloso, la historia de éste “Aleph” explica sin lugar a dudas la visión de un escritor que aún en nuestra época sería justamente catalogado un genio. Extraordinario como sólo el narrador podría igualar esta visión de un mundo globalizado que nos hace creer pero a la vez negar la veracidad del mismo por las intrigas que nos provoca, y la posibilidad de que sean únicamente visiones ópticas que así como nos permiten observar cosas maravillosas nos muestran todos y cada uno de los misterios inconcebibles de este formidable universo.

“Y si insistes preguntándome ¿Quién soy? Mi respuesta será: Estoy tratando de descubrirlo…”

Jorge Luis Borges.