Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

28 may 2015

Soplo de valor

Stephanie N. Juárez Rodríguez

A telónabierto, aparece una habitación, en donde se puede ver al fondode lado derecho, un tocador, y de lado izquierdo una ventana con vista al jardín.
Por el lateral derecho del cuarto, una bolsa en el piso, y sobre la pared, un teléfono y una puerta de madera que da acceso al corredor.
Sobre el lateral izquierdo, una cama individual, la cual está a lado de un buró que tiene una lámpara sobre este. En el centro de la  habitación, sobre el piso, una alfombra pequeña.
Entra una chica de 20 años, con un vestido de novia, frente al espejo.

(Arreglándose a pocas horas de la boda) No, no me veo bien, ¡estoy  fatal!, este vestido me aprieta y las zapatillas son demasiado altas. (se queda mirando al espejo), ¿Cómo puedo casarme con él? Es tan feo. Espero que mis hijos no salgan como él, ¡espero no tener hijos con él!. Y ¿si me escapo?, ¿Si le llamo a Ricardo que venga por mí?. Sé que él me ama y hará todo lo que le pida (suspira). ¡Ay!,  mi Ricardo, si tan sólo fueras tú mi futuro esposo… (Dice con preocupación). Sólo espero que no llegue a impedir la boda. No sé  cómo reaccionaría Mateo, quizás ¡hasta lo mate!, ¡Ay no! No puedo ni imaginarlo. ¿Qué hago? no puedo casarme con él, seré infeliz el resto de mi vida. (Se queda pensando) A menos de que lo mate… ¡pero que estoy diciendo! he perdido la cabeza por completo,  nunca podría matarlo. Sí tan solo mis padres entendieran que el dinero no me importa, que no amo a Mateo y que no me puedo casar con él. Dios ¿por qué no hiciste que Ricardo tuviera mucho dinero? Así mis padres estarían encantados con él y yo, sin este problema. (Se mira el vestido y dice desesperada) ¡No! Ya no puedo más, estoy cansada de hacer todo lo que mis padres me dicen, esta vez llegaron muy lejos con sus caprichos. (comienza a quitarse el vestido con fuerza) ¡Ya no puedo más! Me quitaré toda esta basura, y ¿este peinado? Es horrible ¿Cómo pudieron hacerme esto?. Me veo tan fea (con lágrimas en los ojos, se recuesta en la cama). Mi Ricardo, ¿dónde estás?. No te he visto en días, seguro estas destrozado como yo, mi amor pero, ¿qué puedo hacer? Mis padres me tienen amenazada de hacerte daño, si te veo. En fin… tal parece que no hay de otra, tengo que aguantarme. (Suena el teléfono) ¿Bueno? ¡Ricardo! ¡Dios! ¿Qué vienes por mí? ¡Estás loco! Si alguien te ve ¡nos matan! (cuelga el teléfono) Este hombre, ya enloqueció. Ahora dice que viene por mí, como si fuera tan fácil. Yo no sé, pero es que acaso, ¿algo hice mal? Me casare con un hombre ambicioso y espantoso, y por si fuera poco, enamorada de otro que se volvió completamente loco. (Angustiada, golpea el espejo) ¡Ay! pero ¿qué debo hacer? Ya no ha de tardar, vine por mí para escapar juntos y librarme de toda esta absurda situación (se mira al espejo). ¿Debo huir? (decidida) ¡Sí! Eso haré ya no lo pensare más. Tengo que apresurarme (con una sonrisa de oreja a oreja, abre la puerta y sale corriendo a la calle en busca de Ricardo).

No hay comentarios:

Publicar un comentario