Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

27 may 2015

Mi libro primero (borrador)

J. Antonio L. Carrera

Todavía recuerdo bien el primero libro que leí. No fue el día que aprendí a leer, por supuesto. Aprendí a leer por obligación, cuando era niño, por necesidad para pasar preescolar, luego la escuela y además la universidad. En absoluto estudié. Eso se volvió tedioso y quitaba las ganas e iniciativa por la lectura. Cuando se hace algo por obligación, se vuelve banal y sin sentido. ¿Nunca te ha pasado que cuando haces las cosas por obligación las haces para que no te estén regañando o lo realizas con desgana? Y a veces te queda el mal sabor de boca siempre y jamás vuelves a inténtalo. Esto me pasó con los cuentos, con las novelas, con los poemas al obligarme a leerlas. Para mi eran jeroglíficos, símbolos sin sentido. Sentado me ponía a observar las letras, pero nunca me interesé por el contenido o lo que me pudiera ilustrar. Jamás pensé que leer me fuera a servir. Y tener el hábito de la lectura y fascinarme por las historias y moralejas de algún libro, era algo que me enfermaba, pues la lectura era hecha para pasar las asignaturas únicamente, no más. Confieso que hasta los dieciocho años nunca acabé un libro completo, jamás había leído una última página. Pasaban los años y esa obligación por adquirir conocimientos solo los podía poseer a través de esas hojas apestosas. ¿Qué mejor libro se puede leer que el de la vida? ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor? Pero fui creciendo y madurando. Viendo la vida cambiar y a saborear cada paso....

No hay comentarios:

Publicar un comentario