Por: Ma.Delia Perla Velázquez Banda
-¡Espero que esta
guerra se termine pronto y poder ver a mis padres y mis
hermanos!
-¡Quisiera tener más fortaleza para poder resistir más
tiempo aquí, siento que mis fuerzas se acaban!
-¡Extraño mi cama y la deliciosa Lasagna de verduras de mi madre!
-¡Y también…….!
-¡Oh no, por Dios!
¡Otra vez empezaron las explosiones!
-¡Voy
a correr hacia aquellos sembradíos de arroz destrozados por el fuego para que
no me alcancen a ver los malditos vietnamitas!
-¡No
puedo correr!
-¡No
puedo correr!
-¡Mi
pierna no cesa de sangrar!
-¡Oh…por
Dios, ya alcanzaron las explosiones a
mis compañeros!,
-¡Oh…no….Mi
alma, está deshecha en pedazos, no creo poder soportar más esto!
-¡No
entiendo porque Dios, permite que gente inocente muera!
-¡Cada
vez, me convence la posibilidad de que Dios no pudiera
existir!
-¡He
visto decenas de personas morir por esta causa, lo pude ver desde que estaba en
mi entrenamiento en Pearl Harbor!
-¡Hombres
malos como Hitler, perduran años haciendo añicos la vida de otros y a las buenas personas que se esmeran y
esfuerzan por llevar una vida de tranquilidad, mueren!
-¡Tengo
la incertidumbre de que saldré vivo de esto y llegar a los Estados Unidos a casarme
con mi prometida Mary Ann!
-¡A
ver si sobrevivo a este fuego interminable y podré vivir con las imágenes grabadas de todos estos acontecimientos!
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