Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

5 mar 2015

Tres de la mañana




Tres de la mañana, aún despierto
y sin creer que no estás aquí.
Me revuelco en la cama, presa del horror
¿Cómo es posible? Dime ¿Cómo?
Si apenas hace unos días te tenía en mí,
Éramos uña y carne, café y azúcar, sangre y espada,
Éramos simplemente tú y yo.

Suave camino de vida que crujes
Al avance de mis pasos,
Breve suspiro del rio
Golpeando en tus brazos,
Bosque mío de la niñez tranquila que viví.

Siempre juntos, siempre.
Cada que cerraba los ojos ahí estabas
Cada suspirar, cada caricia, cada despertar
Siempre eras tú.
Siempre tu suelo de hojas tristes
Sendero que mi mente sigue;
Tus silencios de música llenos,
Tus sabores de colores repletos
Y la suave caricia de tu fragancia sutil.

Verde pulmón en que respiro,
Amarillo destino en que caigo
Azul fuente en que peno
Nunca un amigo como tu he encontrado
Por eso no me explico cómo ya no estas.

Aún recuerdo esas veces que estaba solo,
Llegabas lentamente, lentamente,
siempre en el momento preciso.
Mis amigos te conocían bien
Y juntos éramos la envidia de ellos.
Éramos aquello que nunca vieron,
Que ni siquiera imaginaron.

Por ello no puedo creer que hoy
A estas cuatro de la mañana
No te pueda encontrar.

Cantan tus habitantes de júbilo
Llora la madre por ti
Ríen las hojas de tus árboles
Y escribe este hombre,
Que cuenta los días para
                Sentir la vida de nuevo en ti.

Ya va una semana sin ti,
Creo, hoy será uno más,
Otro día sin poderte sentir…
Sueño, amigo mío,
Regresa, regresa y permite me soñar en ti.

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