Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

9 sept 2016

Vana ilusión


Por Maria Fernanda Rostro Saldaña

Se encontraba sola y triste, todo en ese gran departamento de paredes blancas, pisos de mármol e inmensas ventanas, le causaba angustia  y pesar, para muchos tal vez eso sería  algo extraño, pues como podía ser alguien tan infeliz, si se vive como un noble.

Ese pensamiento le causo gracia por lo cual esbozó una burlona sonrisa, ante todas las personas su vida era perfecta, tenía un buen marido, guapo, con una envidiable posición económica y que además era un respetable médico, la solvencia económica de su marido les permitía darse ciertos lujos como una hermosa mansión de estilo victoriano llena de obras de arte como pinturas de reconocidos pintores y esculturas de incalculable valor, una casa en la playa a orillas del mar, una colección de autos deportivos y su departamento que se encontraba al norte de la ciudad, poder viajar varias veces al año a exóticos parajes y a ella vestir, calzar y usar prendas y joyas de los mejores diseñadores de fama internacional.

Si todo aquello podía sonar maravilloso y hasta cierto punto lo era, es cierto que vivía cómodamente y podía darse lujos que cualquiera hubiera deseado, todas las personas que la conocían y visitaban su apartamento siempre le decían lo afortunada que era por ser como una reina que vivía en un hermoso castillo, sin embargo para ella ese lugar que todos consideraban un hermoso castillo de cristal no era más que una horrible jaula de oro, pero al fin y al cabo jaula ya que ese lugar no era un verdadero hogar solo la aprisionaba y le quitaba su libertad.

Tal vez la mayoría de la gente hubiera dado lo que fuera por estar en su lugar pero eso era porque ellos solo veían el banal espejismo que era su vida, pues a qué precio tenía todo aquello, de que le servía tener todos esos bienes materiales, si en realidad no era feliz, si ya no tenía lo único que realmente le importaba, lo único por lo que en realidad vale la pena luchar, lo más valioso de este mundo el amor.

Suspiro y se levantó del sillón rojo de piel en el que se encontraba sentada tomo la copa con vino tinto que se encontraba en la mesa de centro de caoba, con su delicada mano acerco la copa  a sus labios pintados de color carmín y de un sorbo casi sin darse cuenta, se bebió más de la mitad del contenido.

Respiro profundamente y después exhalo, como si con esa exhalación pudiera expulsar de su cuerpo todo aquello que la atormentaba y hacia que en su garganta se formara un nudo que parecía que la asfixiaba hasta dejarla sin aliento.

Después de dejar nuevamente la copa sobre la mesa de centro camino por la sala, al momento que sus pies descalzos hicieron contacto con las suaves fibras de la alfombra sintió un cosquilleo en las terminaciones nerviosas de las plantas de los pies, esto provoco en ella una sensación placentera.

Camino hasta quedar parada frente a un gran ventanal que daba hacia un parque lleno de jacarandás, los pétalos de jacarandá se encontraban esparcidos por el suelo, dando la impresión de que el parque estuviera cubierto por una hermosa alfombra de color morado, Deslizo el vidrio permitiendo que la brisa otoñal y algunos pétalos de jacarandá entraran al apartamento, de pronto la brisa soplo más fuerte y comenzó a jugar con las hebras de su cabello color azabache.

Después de unos instantes empezó la puesta de sol, observo maravillada como el cielo que antes era de un color azul claro comenzaba a teñirse de una gama de rojos y anaranjados.

Sin duda era un espectáculo magnifico el presenciar el atardecer caer sobre el parque lleno de pétalos morados que danzaban con la brisa de la tarde, entonces recordó que no había completado un  atardecer tan magnificó desde la tarde de verano en que mientras se encontraba en un viaje por Grecia con su amado, se habían detenido en la isla de Santorini y este en un pequeño restaurante de la isla le había pedido que fuera su esposa.

 Era una espléndida tarde de Junio cuando ella se encontraba en esa hermosa ciudad donde predominan los colores azul y blanco, en donde la brisa tiene impregnado un olor a sal y en donde se puede apreciar desde los peñascos el majestuoso mar color turquesa, ella utilizaba un hermoso vestido color blanco, unas sandalias doradas y un sombrero color rosa pálido, su cabello azabache se encontraba suelto y un poco ondulado, de pronto sus orbes color esmeralda se posaron en los ojos color café de un apuesto joven de cabello color castaño cobrizo y de piel bronceada, el joven le extiendo la mano  caballerosamente, la atrae hacia él y le da un beso en la frente, después le dice que lo acompañe a tomar un helado.

Los jóvenes llegaron hasta un pequeño restaurante a orillas de un peñasco el cual se encontraba rodeado de jacarandás, desde la terraza del restaurante se podía ver perfectamente el mar, después degustar un delicioso helado, los jóvenes contemplaron maravillados la hermosa puesta de sol que acariciaba con sus rayos las hermosas aguas turquesas del mar Egeo y que era acompañada por la brisa marina y los pétalos morados que parecían revolotear en el aire lo que creaba un espectáculo único, luego de que los últimos rayos del sol se ocultaran tras  el horizonte, el joven de cabello cobrizo se arrodillo frente a su amada y acompañado por el primer lucero que aparecía esa noche en el cielo, le pidió a su novia que compartiera el resto de su vida con él y le juro amor eterno.

De pronto él ruido de una puerta al abrirse la devolvió a la realidad, ya no se encontraba en la hermosa ciudad costera en donde había vivido los únicos momentos al lado de su marido, en los que realmente había sido feliz, estaba de vuelta en la sala del departamento que compartía con su esposo.

El sonido que la transporto de nuevo a su triste realidad había sido producido por aquella persona que tantos pesares había traído a su vida, éste entro como siempre frió, indiferente, mirándola con aquella penetrante mirada que lograba dejarla sin fuerzas, paso a su lado sin dirigirle la palabra, apenas notándola, ella suspiro quedamente ya estaba acostumbrada a aquella situación, sus ojos se llenaron de lágrimas cuando de nuevo aquellos hermosos recuerdo de su viaje a Santorini regresaron a su memoria.

Como añoraba aquellos días en los que su amado era detallista, cariñoso y de verdad la amaba, aunque eso no había durado demasiado tiempo, un mes después de regresar de Santorini contrajo nupcias con él joven médico, comenzó su vida de casada con muchas ilusiones y colmada de dicha, sin embargo algunos meses después, esas ilusiones se fueron destrozando poco a poco y la dicha se esfumo para no regresar jamás, pues su vida en realidad no era lo que había esperado, el trabajo poco a poco fue adsorbiendo cada vez más a su marido, la rutina se fue haciendo presente y el amor poco a poco comenzó a desaparecer, pues no hay nada peor que la monotonía y el desinterés para lograr que una relación comience a desgastarse, ahora la situación es deplorable pues ella y su cónyuge a penas y se dirigen la palabra se han vuelto dos extraño que tienen recuerdos en común y  que viven bajo el mismo techo.

Ella deja que las lágrimas recorran libremente su rostro mientras se repite que nada podrá volver a ser lo mismo, pues ellos ya no son ese par de jóvenes que hace algunos años se juraron amor eterno frente a un hermoso mar ahora solo son dos personas que viven juntos y que frente a la sociedad son la pareja perfecta, después de un rato sus ojos han quedado rojos e hinchados por tanto llorar, al final solo queda eso la tristeza, las heridas y los recuerdos
.

Se limpia con la manga de su suéter el rastro que el llanto había dejado en su rostro, entra al baño y después de lavarse la cara, se dirige a la habitación que comparte con aquella persona a la que solía amar, antes de entrar a su alcoba un último recuerdo de aquella época feliz viene a su memoria por lo que esboza una melancólica sonrisa y susurra para sí: “fue un sueño divertido, pero es hora de volver a mi realidad”.

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