Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

4 dic 2014

Entre mis sentimientos y tus maletas


 
 
Por: Ghisselle Ávila Salazar
 


Sus maletas están en la puerta, ¿Debo detenerla? La amo, pero si esto es lo que quiere no creo que deba interferir, siempre añoró su libertad,  y yo sentí a cada momento de estos siete años de matrimonio que quería irse, ¿No había jurado amarme también? Ella también estaba enamorada de mí ¿O no lo estaba?

¿Cómo llegamos a esto? ¿Me equivoqué acaso, tan gravemente, como para que pretenda olvidar todo lo que pasamos juntos? Quizá tiene otro, o tal vez se cansó de mí, ya se había tardado, todos terminan por hacerlo…

Me pongo de pie, no permitiré que se vaya… pero espera, me vuelvo a sentar, ¿acaso voy a cambiar? Si trato de detenerla y no hago nada las cosas van a seguir igual. Pensándolo bien, soy  una persona aburrida, quizá se cansó de mi monotonía, a lo mejor se aburrió de que yo diario llegara del trabajo en la noche solo a dormir, cuando ella  tenía ganas de hacer tantas cosas, y esas cosas eran conmigo, siempre eran a mi lado.

O quizás siga enojada por la vez en la que no quise comprarle aquel vestido azul ¡pero estaba tan caro y tiene tantos! Además, ni siquiera se le veía tan bien, y yo como su esposo, desde luego que se lo hice saber. Claro, no me habló en días.

¡Ay Clara! ¡Mi bien amada Clara! ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué necesitas para quedarte a mi lado? ¿Quieres aquél vestido azul o deseas mi corazón?

No te comprendo, a veces me quieres y a veces no me quieres ni ver. Si lo que deseas es mi tiempo ¡juro que te lo daré todo! Ya lo resolví, jamás dejare que te vayas, tú y yo nacimos para estar juntos y si para que permanezcas a mi lado debo partirme en dos para estar contigo, entonces lo haré, me pongo de pie, tú eres la única razón por la que yo daría todo, lo olvidé por un momento, o quizá por mucho. Perdóname. ¿Aún tengo tiempo para detenerte?

 

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