La risa
es la sal de la vida. Generalmente los hombres risueños son sanos de corazón,
la risa es contagiosa como la gripa lo es en invierno.
Para mí
la risa es el bálsamo de muchas enfermedades,
es probable que la risa sea el primer enemigo de la vida salvaje y el más tierno
acompañante de una incursión a lo desconocido. La risa de un niño es como la música
de la infancia.
Como recordar
tus más siniestros miedos y especulaciones cuando a causa de un recuerdo, las
mejillas se contraen y esbozan una gran sonrisa inundada de risa. Tal vez
existan aparatos para facilitarnos el trabajo que por muy poco que sea cuesta,
tal vez existan las más innovadoras computadoras, tal vez exista la
inteligencia artificial pero, antes que nada, la alegría inocente de un ser se desborda
en una catarata cristalina que brota en plena garganta.
Yo me
pregunto ¿Por qué tienes tantas cadenas?, ¿Cuál es la moneda que compra la risa?
Si hasta los más íntimos sentimientos
desean comprar, si en definitiva la risa es el condimento de la
libertad.
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