Por: Karla Patricia Zapata Sánchez
-De nuevo esta nublado, llueve y hace frió, ¿Porque no habrá
llegado?, ¿Que habrá pasado?, ¿Qué hora es?, ¿Esa es la luna?, que raro, algo
sucedió, si no tuviera tanta hambre, ¡Oh!, aun esta la rebanada de pizza que
tiro mientras se quedó dormido viendo la tele, basta basta Sinatra concéntrate,
¿En que estábamos?...
Pensaba Sinatra mientras olfateaba toda la
casa, movía su enorme cola dorada, y daba vueltas como siguiéndola, dibujando
círculos antes de recostarse en el tapete de la entrada. De pronto un escándalos
y singular ruido, comenzó a zumbar por sus caídas orejas.
-! Llegaste¡, por fin, me tenías preocupado-
Pensaba el mientras movía su cola y hacia extraños movimientos bruscos con su
cabeza y patas como queriéndolo tumbar para lamerle toda la cara. Lo único que
consiguió, fue tirar esa pequeña bolsa de hamburguesas de la esquina de su
casa.
-Ahora no Sinatra, eh tenido un día de locos,
lo único que quiero es dormir y olvidar mi miserable vida. - Sinatra lo miro
como entiendo lo que le decía, e hizo un extraño movimiento con su cabeza, pero
en segundos se distrajo por esas deliciosas sobras de hamburguesa y papas
fritas que, devoro de inmediato.
-Pero que delicia, aún tengo un poco de
espacio, para esa pizza. - Observándolo con esos pequeños e inocentes
ojos.
-No puede ser, es enserio que me volví a quedar
dormido, increíble. Lo que me faltaba, acaso una vez, una sola vez, podre
empezar un día bien desde que despierto, que miseria. !Ey¡, perro cara de perro
despierta, que llevo prisa, (Que locura ahora hasta hablo con los animales,
ahora si ya se me zafó un tornillo). Pero bueno, ¿Si no hablo contigo con quién?,
pequeña y hermosa bola de pelos, ojalá pudieras entenderme, ojalá pudiera yo
ser un perro como tú.
Decía Juan mientras se quejaba como todas las mañanas.
-¿Perro?, ¿Dónde estás?, diablos es enserio que me harás esto, sal
de donde quiera que te hayas metido con un carajo jajaja, malajos su cara,
bonita la hora en que me quede dormido. ¿Ah caramba quien eres tú?..- Mientras
observaba un pequeño niño de cabello dorado sentado en la cocina, tragando
literalmente un plato de cereal con leche.
-¿Cómo que quien soy?, soy el perro cara de perro jaja, es extraño
caminar en dos patas ¿cómo lo haces?, tome un poco de tu ropa prestada aunque
creo que te hace falta estilo, hoy iré al trabajo contigo, creo que es el día
de lleva a un niño cara de niño a trabajar, esto de no ladrar esta de lujo ehh,
aunque necesito más vocabulario, el tuyo es un poco corto, ¡Dios en verdad es increíble¡
no me callare nunca, bueno ya solo soy yo, es enserio que te… diablos se desmayó.
-Ah pero que madrazo me di, ¡Sinatra!, niño Sinatra perro Sinatra,
dios lo volví a hacer. – Y en eso apareció Sinatra, moviendo la cola y sacando
la lengua como de costumbre.
-Todo fue un sueño, sueño pesadilla, pff gracias a dios eres tú,
ese niño se veía un poco extraño, ven juguemos a la pelota, ¡Es sábado!, ah
pero como te quiero, y perdona por ayer solo tuve un mal día. (¿De nuevo
hablando con animales?, me urgía un descanso).
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