Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

4 oct 2017

Perro cara de perro

Por: Karla Patricia Zapata Sánchez

-De nuevo esta nublado, llueve y hace frió, ¿Porque no habrá llegado?, ¿Que habrá pasado?, ¿Qué hora es?, ¿Esa es la luna?, que raro, algo sucedió, si no tuviera tanta hambre, ¡Oh!, aun esta la rebanada de pizza que tiro mientras se quedó dormido viendo la tele, basta basta Sinatra concéntrate, ¿En que estábamos?...
Pensaba Sinatra mientras olfateaba toda la casa, movía su enorme cola dorada, y daba vueltas como siguiéndola, dibujando círculos antes de recostarse en el tapete de la entrada. De pronto un escándalos y singular ruido, comenzó a zumbar por sus caídas orejas. 
-! Llegaste¡, por fin, me tenías preocupado- Pensaba el mientras movía su cola y hacia extraños movimientos bruscos con su cabeza y patas como queriéndolo tumbar para lamerle toda la cara. Lo único que consiguió, fue tirar esa pequeña bolsa de hamburguesas de la esquina de su casa.
-Ahora no Sinatra, eh tenido un día de locos, lo único que quiero es dormir y olvidar mi miserable vida. - Sinatra lo miro como entiendo lo que le decía, e hizo un extraño movimiento con su cabeza, pero en segundos se distrajo por esas deliciosas sobras de hamburguesa y papas fritas que, devoro de inmediato.

-Pero que delicia, aún tengo un poco de espacio, para esa pizza. - Observándolo con esos pequeños e inocentes ojos. 

-No puede ser, es enserio que me volví a quedar dormido, increíble. Lo que me faltaba, acaso una vez, una sola vez, podre empezar un día bien desde que despierto, que miseria. !Ey¡, perro cara de perro despierta, que llevo prisa, (Que locura ahora hasta hablo con los animales, ahora si ya se me zafó un tornillo). Pero bueno, ¿Si no hablo contigo con quién?, pequeña y hermosa bola de pelos, ojalá pudieras entenderme, ojalá pudiera yo ser un perro como tú.
Decía Juan mientras se quejaba como todas las mañanas.

-¿Perro?, ¿Dónde estás?, diablos es enserio que me harás esto, sal de donde quiera que te hayas metido con un carajo jajaja, malajos su cara, bonita la hora en que me quede dormido. ¿Ah caramba quien eres tú?..- Mientras observaba un pequeño niño de cabello dorado sentado en la cocina, tragando literalmente un plato de cereal con leche.

-¿Cómo que quien soy?, soy el perro cara de perro jaja, es extraño caminar en dos patas ¿cómo lo haces?, tome un poco de tu ropa prestada aunque creo que te hace falta estilo, hoy iré al trabajo contigo, creo que es el día de lleva a un niño cara de niño a trabajar, esto de no ladrar esta de lujo ehh, aunque necesito más vocabulario, el tuyo es un poco corto, ¡Dios en verdad es increíble¡ no me callare  nunca, bueno ya solo soy yo, es enserio que te… diablos se desmayó.
-Ah pero que madrazo me di, ¡Sinatra!, niño Sinatra perro Sinatra, dios lo volví a hacer. – Y en eso apareció Sinatra, moviendo la cola y sacando la lengua como de costumbre.

-Todo fue un sueño, sueño pesadilla, pff gracias a dios eres tú, ese niño se veía un poco extraño, ven juguemos a la pelota, ¡Es sábado!, ah pero como te quiero, y perdona por ayer solo tuve un mal día. (¿De nuevo hablando con animales?, me urgía un descanso).


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