Por:
Martha Victoria Oliva Medina
Que
pensarme si la sabia del miedo
el
que escurre por tus mejillas.
es
miedo que a nadie le gusta admitirlo
Pero
como no sentirlo,
no
siendo fácil de expresar.
Ahora
canto al aire mis pesares,
aquel
que se lleva tus placeres
y sin censura logro decirlos.
Aclaro
mis placeres,
me
los llevo a un pensamiento,
me
confortan,
se
sienten vivos.
Los
placeres de tenerte en la cama
en
aquel cuarto
sabanas,
edredones y desorden.
Tu
rostro sobre la almohada
la
sabana en tu cuerpo
arropando
tus mentiras,
protegiendo
tu vileza.
Escondida
bajo negros murmullos
casi
imperceptibles
agonizando,
si los escuchas
Cuidando
la tranquilidad del mar
no
escuchando las conchas,
las
que llevan fragmentos de tu corazón
Cristales
rotos
me
despiertan y vuelvo.
Vuelvo.
A
mi realidad.
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