“Porque es preciso
que exista una oposición en todas las cosas”, doctrina que
permite comprender que tanto la
tristeza como el dolor son una transición para poder progresar y
experimentar plenamente la felicidad.
La oscuridad,
semejante a nuestros miedos y fracasos, se disipa con los rayos solares que son
testigos de un nuevo amanecer lleno de esperanza y felicidad, que emana de
sentir calor de algo que parece lejano
pero tan cerca a la vez.
Es necesario en
ocasiones el fracaso, ya que no
podríamos experimentar el gozo de intentar de nuevo nuestro destino y obtener
los frutos del éxito de una manera más palpable e ilusionante.
Al igual, cualquier enfermedad
que se presenté en nuestra vida, nos llena de desánimo y cansancio; pero al
aliviar el padecimiento, con nuestro cuerpo lleno de energía y fortaleza,
abrazamos con más fuerza a nuestros seres amados y decir que somos afortunados
por tener nuevamente otra oportunidad para vivir y aprendemos a ser
agradecidos.
Por lo tanto, el
nacimiento de nuevas experiencias, son retoños presenciales de nuestra
existencia., es decir una transición a la felicidad.
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