Por:
Ma.Delia Perla Velázquez Banda
Amorosa
por la vida, sonríe sin fin a todos con sintonía y gran cordura. Su cabello
como las musas, la distingue entre otras deidades, al igual que su piel
resplandeciente como la nieve de Limnos.
En ningún instante deja de expresar con valentía y gran elocuencia, las palabras que surgen de su gran pensamiento lógico, y así, capaz de entablar conversaciones que endulzan el oído como una melodía.
Las
relaciones sociales son parte de sus decisiones importantes; y por esta causa
se le reconoce por tomar la batuta como un director de orquesta, en una
sinfonía de Mozart.
Graduada,
como un genio de la música, empieza a escribir su gran obra maestra.
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