Por Maria Fernanda Rostro Saldaña
Al encontrarme solo contemplando desde mi ventana como la
lluvia Cae ferozmente y azota a la ciudad convirtiéndola en un caos debido a
que las aguas torrenciales obstruyen la mayoría de las calles y por ello se
afecta la vialidad. Comienzo a pensar en cómo una cosa tan insignificante como
lo es la lluvia puede causar tantos problemas e impactar de manera tan negativa
en la vida de las personas.
Al pensar en cómo cosas pequeñas y que parecen no tener
mayor importancia pueden afectar de gran manera la vida de las personas aparece en mi memoria el rostro de la persona
que al igual que la lluvia causo en mi vida tantos estragos. Convirtiéndome en
lo que soy ahora, un ser con apenas ánimos de vivir, que carece de esperanzas e
ilusiones y que a duras penas puede sentir o si quiera expresar sentimiento
alguno.
Cuando la conocía parecía una de esas personas con las que
te topas por casualidad y que a lo mucho vuelves a ver en esporádicas
ocasiones, jamás pensé que podría causar tal impacto negativo en mi existencia,
pues ingenuamente creí que sería uno de esos seres que pasan fugazmente por tu
vida y que en realidad su presencia es tan efímera que no llegan a dejar
huellas o siquiera rastro de su presencia, pero que equivocado estaba ahora que
lo medito con detenimiento y
tranquilidad me parece absurdo como logro tomar el control sobre mí,
volviéndome un títere que fácilmente manejaba con su dedo meñique.
Recuerdo cuando la conocí fue en una tarde de verano, una de
esas tardes tranquilas y agradables que te invitan a estar al aire libre, la vi
mientras me encontraba sentado en una banca del parque esa que se encuentra
junto a una fuente ,degustando un delicioso helado de chocolate. Al principio
no le tome importancia pero cuando se sentó a mi lado y vi sus hermosos ojos
azules quede hipnotizado, quien diría que esos hermosos ojos azules eran el
arma que utilizaba para encantar a sus víctimas y así conseguir que estas
hicieran lo que ella deseaba.
Logro engañarme muy bien pues al principio parecía ser la
mujer perfecta siempre comprensiva, atenta, cariñosa y para nada exigente.
Aunque si tan solo en aquel entonces no me hubiera
encontrado tan cegado por el amor que le profesaba me hubiera podido dar
cuenta, con facilidad que era demasiado perfecta para ser real, pues era tan
solo un espejismo de su verdadero ser.
Después de algunos meses de relación comenzó a cambiar
drásticamente, nada de lo que hacía parecía
agradarle, mis regalos y detalles le parecían desagradables o inútiles,
cada que expresaba mi opinión o decía algún comentario que de alguna forma
pudiera contradecirla comenzaba una riña campal, la cual terminaba con ella
llorando y maldiciendo por haberme conocido.
En más de una ocasión llego a decir que todos los problemas
que estábamos teniendo eran por mi culpa, ya que según ella mi forma de ser y
de comportarme no eran las correctas, logro convencerme de que la forma en la
que había llevado mi vida hasta ese momento no era lo más cabal o acertado.
Me manipulo de tal forma que logro cambiar toda mi
apariencia, mis gustos y hasta cierto punto mi forma de pensar, me alejo de mi
familia y amigos, convirtiéndome en una versión de mí mismo, que hasta el día
de hoy aun aborrezco.
Y todo para que al final de cuentas, me abandonara dejándome
con el corazón hecho añicos y con mi amor propio por los suelos, casi
inexistente.
.
Cuando les conté a mis seres queridos mi desgracia y pesar
en lugar de reconfortarme o apoyarme me criticaron y recriminaron por el hecho
de haber permitido que ella controlara mi vida y por haberme alejado de ellos
asiéndolos a un lado.
Me trataron como a él más vil de los criminales como a un
pecador que no merecía perdón, como a un delincuente que era acreedor al peor
de los castigos y que por ende no merecía la redención.
Me hicieron ver mis errores como si ellos no hubieran tenido
los suyos, como si ellos no hubieran pecado y de peor manera.
En
fin ha dejado de llover y pronto la calma volverá a la ciudad volviendo todo a
la normalidad, espero que eso ocurra también en mi vida y que después llegara de
esa tormenta de ojos azules que volcó violentamente mi vida venga una persona
que traiga consigo la calma, aunque es un enigma si eso a suceder algún día.
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