Todo es tan extraño a esta hora tan sola, tan negra, tan cielo
Los pensamientos son alas blancas que se tiñen de dudas amargas
En mi memoria, las caricias que se arrastran van dejando manchas que saben a deseo
Se congelan los minutos bajo esta hora tan fría, tan luna, tan llena
Se derriten los recuerdos cayendo gota a gota
como las lágrimas que arañan mi ventana en esta hora perdida, abismal, rota
Uno a uno los segundos me abrazan, me atrapan,
me inundan de unas ganas que no se acaban
Como estos absurdos minutos que no pasan
Ganas de entender lo que me grita esta hora tan sorda, tan soledad, tan vacía
De acariciar cada palabra que no sale de mi boca,
De escribir cada mirada que me regala el recuerdo, tu recuerdo
Todo es tan extraño a esta hora tan inútilmente frágil
Y lo más extraño es que aún te extraño,
Que tus palabras todavía se sienten, aunque ya mas frías, menos verdades,
Que tus besos siguen latiendo aquí adentro,
que tus promesas hacen el mismo ruido que mis lágrimas, un ruido silencioso, tan amargo, tan melancolía, tan patético
Y que mi esperanza aún está viva, aunque tu recuerdo se empeñe en suicidarse, aunque yo me muera, de ganas, de desganas, de amor, de desamor, todo es tan extraño a esta desalmada hora sin corazón.
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