Oscar Daniel Ramírez Plascencia.
Te baña una lluvia de balas
cayendo del cielo,
Limpiarán tu sangre derramada
con un guante blanco
Quedarás fundido en una fecha
sin nombre ni rostro
y estarás solo.
Halcones volando apuntando a
tu cuello,
Rasgando sus garras tu piel y
tu cuerpo
No encontrarás escondite ni
alivio
Porque estarás solo.
Tu tierra sembrada con sangre
del campesino,
Tu propia gente desterrada al
olvido,
Tu historia borrada con
disparos sobre el camino,
y te verás solo.
Tu piel infantil marcada con
cicatrices eternas
Ardiendo en las brazas con
cada letra del alfabeto,
Tu inocencia reducida a
cenizas
y seguirás solo.
Cerdos orwelianos sentados a
la mesa
Brindando en un banquete
servido con toda opulencia,
Pelearás por las migas que
caen hacia el suelo
pero no saciarán tu hambre.
Voltearás al pasado buscando
caudillos
Buscarás a tu dios sordo e
invisible,
Gritarás con la garganta
desgarrada
Clamarás por justicia,
igualdad, consuelo, libertad
Dignidad.
Sentirás rabia, coraje, desesperación,
ira.
Buscarás, gritarás, llorarás,
clamarás, pelearás, berrearás, sufrirás, arderás
Morirás
y estarás solo
y te verás solo
y buscarás solo
y arderás solo
y sufrirás solo
y llorarás solo
morirás solo
Solo.
Pero tal vez, en algún punto
lejano
Encontrarás una voz que grite
el mismo dolor,
ojos que lloren el mismo
coraje,
Piel que transpire la misma
ansiedad,
Pulmones que respiren la
misma desesperación,
Corazón que palpite la misma
rabia,
Un ser que clame por la misma
justicia.
Observarás tu reflejo en él,
habrá pasado por el mismo
calvario
habrá llorado, buscado,
berreado, sufrido, ardido, peleado,
Habrá muerto alguna vez
Y juntos, uno al lado del
otro
Frente al precipicio
Observando el vacío
Seguirán su camino
Y seguirán solos.
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