I
Volver a los viejos tiempos
Ser Gorgona desconocida
Ante miradas de piedra
Clavando mi alma de vacío.
La puerta de débil voluntad
Filtra aquel ser viscoso
Cruda verdad de quien soy
Sombra de espesura tóxica.
No importa la máscara
Si la tejo, corto, moldeo
No oculta de quien la mira
Garras toscas en palabras.
Y el espejo me ha mentido
Sus halagos se deshilan
Develan los errores guías
Entre mi cabello están vivos.
Y mi viscoso ser desborda
De entre dos ojos vacíos
Quién a dar se dignaría
Caridad, compasión, lástima.
II
Beber de este frío recuelo,
Amargos recuerdos hervidos,
Largos y ruidosos tragos
No se acaban, no se alejan.
Apagan el pequeño ego
Disuelven la voluntad
Llenan con desconfianza
Derraman en aislamiento.
Convencida de tantos tragos
Tantos, variados, malos tragos
No probaré dulzura alguna
No tengo lengua para vivir.
Al probar la vida de otros
Con asombro y envidia escucho
Pues no imagino un buen recuerdo
Que no haya estropeado.
III
Soy dualidad trenzada
Un banquete de emociones
Con tanto a sentir, pensar
Me esfumo en sangre.
Ando entre altas sombras
Realidades escalofriantes
Gritan amorfas esperanzas
Y yo sin saber amarlas.
Entono lágrimas a los árboles
Iguales son mi ser y el cielo
Juntos caemos esta noche
Soy firmamento en fuego.
IV
Ahora llego en vela
Falsa alegría, energía
Mañana seré roca
Mineral insípido, vigila
Huérfana de esencia
Alma inquieta de
Inquietante alma.
Ignora a qué le teme.
Hoy busca compañía
Luego añora silencio
Silencio para sollozar
Sollozar por soledad,
Extraña compañía.
V
Mi existencia hoy duele
Aunque sé que pasará
Quiero entregar vencida
Dar un último suspiro.
Por segundos helados
Olvido que vivir duele
Y siento un desespero
Enajeno mi propio ser.
Me extraña aún la vida
Saber que otros viven
También les arde vivir
Juntos coser vivencias.
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