Aideé
Sánchez Infante
SI
HUBIERA...
Mis pasos parecidos al
sonido del reloj no se detienen en
el camino donde una tarde llegué a conocerte. La caricia de los rayos
ultravioleta en nuestros ojos, es el destello más desesperante, y cuando me
miraste con amor hablando de nuestra vida, quedamos atrapados en las arenas movedizas
de las memorias, con los labios sellados y dos palabras: "Si
hubiera..."
Si no hubieras corrompido mi
voz, no sería un cristal de colores. Si no hubiera revelado el hilo rojo de mis
dedos, no correría del tiburón que muerde una y otra vez mi espíritu, no sería
una lágrima dejando huella en la tierra seca de mi sangre. Si no hubiera
llegado a conocerte, el viento hubiera sido frígido, pero... el desierto es aún
más terrible en esta tarde, porque mi destino toca el tuyo temeroso de no poder
sonreírte. Aunque tomaste mis manos, repitiendo una y otra vez el latido que no
debería existir, nunca podré dejar de amarte...
Si hubiera mentido...
¿Seguiría viviendo?
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