De pronto no reconozco voces,
La memoria, perdida, absurda y fría.
Noto el deterioro de los huesos,
La soledad de la piel,
El silencio de los latidos
¿Qué mas me puede nutrir?
Pierdo el sentido de respirar, hablar, amar.
Pero sin querer sigue sonando, llamando.
Anticipa emociones y las sigue con ritmo constante.
Pulsar de vida,
Siempre ansioso por salir,
Golpeado con puños de sangre,
Dañando sin importarle,
Presionando hasta que falte el aire.
Reloj impaciente que pronuncias en cada son,
Nuestra muerte.
Cansado estoy,
De sentir tu juego constante,
Tu aprensión sin juicio
Y tu liberación sin razón.
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