Antología de Jaime Sabines
Por: Jorge Alberto Jovanni Piña Castillo
Jaime Sabines nació el 25 de marzo de 1925 en Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas. Hijo de hijo del mayor Julio Sabines, de origen libanés, y
de doña Luz Gutiérrez. Fue uno de los poetas más importantes del siglo XX de
México y de Iberoamérica pero Sabines no era un simple poeta, también era un
ensayista, escritor e inclusive político. Fue diputado federal del I Distrito
Electoral Federal de Chiapas de la L Legislatura de 1976 al año 1979, por el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y después diputado por parte del PRI
en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal. Jaime desde pequeño
mostró habilidades para poder escribir y expresar lo que pensaba, mostró
siempre interés por la lectura, escritura y la literatura desde muy joven, una
prueba de esto fueron sus primeros poemas que modestamente se refiere a ellos
como “versos de principiantes”, estos mismos fueron
escritos durante
la preparatoria en el periódico de su escuela llamado El Estudiante, estos
mismos “versos principiantes” los podemos encontrar en su primer libro de 1950
titulado Horal. Sabines mencionaba que eran “versos de principiante” por los mismos títulos de sus primeros versos,
donde muestra una faceta del poeta jovial, con tintes de cierta inocencia,
algunos de los primeros poemas de Sabines que se presentan en Horal son: “A la
bandera”, “A mi madre”, “Primaveral”, “Introspección”, etc.
Jaime después de terminar la preparatoria partió a
la gran ciudad para poder estudiar la carrera en Medicina, lo cual llenó de
gran orgullo a sus padres porque tendrían un hijo médico, no sólo eso, sino que
sería el único de sus hermanos que dejaría su hogar para entrar a la
Universidad. La Ciudad de México era alucinante para Jaime, pero a la vez su
estancia en la Universidad fue algo traumatizador, tal y como lo narra en
“Sabines por Sabines”, comenzaba la etapa de la soledad, de encontrarse a uno
mismo al momento de perderse, y eso fue lo que pasó los primeros años con Jaime
en la Universidad. Jaime quería crear medicinas, no estudiar anatomía a las
siete de la mañana, tenía una visión romántica de la medicina que fue perdiendo
poco a poco. Las primeras experiencias que Jaime tuvo dentro de la facultad de
medicina no fueron nada gratificantes, la primera de ellas fue con la vez que
tuvo que inscribirse, levantarse a las cuatro y media de la mañana para poder
llegar a la fila de inscripciones a las cinco de la mañana para que una mujer
mal humorada se enfrente a Jaime en
estos tediosos trámites burocráticos, solamente recibiría ventanazos en su cara
por parte de esta mujer, Jaime narra que tuvo que experimentar cosas parecidas
con esta mujer a los largo de su estancia en la Facultad de medicina. Más de
una anécdota contada por Jaime durante
esta estancia amarga, desde tener que lidiar con compañeros para evitar
novatadas, hasta tener que levantarse temprano para asistir a la clase de
anatomía, la cual la tuvo que presentar de nuevo por cuestiones burocráticas.
Para Jaime era un calvario ir a la Facultad de medicina, inclusive confiesa que
ya después de un largo tiempo aún le causaba escalofrío el tan siquiera pasar
por aquel edificio, sin embargo gracias a este infierno, Jaime pudo escribir
noche tras noche sus angustias, angustias que darían como resultado a poemas
trascendentales para su carrera. Dentro de esta narración autobiográfica
menciona; “En los tres años en la escuela de medicina, me hice poeta con el
dolor, la soledad, la angustia”. Estuvo tres años en Facultad de medicina,
después de un paro en la universidad, se dirigió a su pueblo natal decidido a
confesarle a su padre que no quería ser más Doctor, cosa que le aterraba
confesar, pero sorprenderte fue la reacción de su padre que Jaime quedó en una
gran ironía al estar pensando que la
reacción de su padre sería negativa, pensamiento completamente erróneo por
parte de Jaime.
Después de esto
regresó a la Ciudad después de un tiempo a la Facultad de Filosofía y Letras,
para estudiar la carrera de Lengua y Literatura, lo cual se amoldó más a esta
nueva etapa de su vida, ya que las clases eran en la tarde, hacía del poeta un
oficio, estaba rodeado por buenos colegas etc.
Estás son tan sólo una de las cosas que
podemos encontrar en la antología de Jaime Sabines, dentro del apartado
autobiográfico –Sabines por Sabines- que muestra su capacidad para escribir y
hacer que el lector se introduzca en la vida del autor, imaginando esos
momentos de amargura que le dio la vida y crearon al poeta, pasando por varias
facetas, como la política, donde muestra su descontento por la izquierda en
varios poemas políticos que el mismo Sabines escribió, o los momentos que
marcaron su vida, como la muerte de su padre, que también plasmó en un poema
profundo del cual no le gustaba hablar. Las vivencias que Jaime tuvo en su
vida, lo convirtieron en un excelso poeta de la vida, basta con leer poemas
como “Canonicemos a las putas”, “Tlatelolco 68”, “Sísifo”, “Uno es el hombre”,
para encontrar la metamorfosis del autor. Sin duda una lectura altamente
recomendable.
Si usted gusta leer la antología de Sabines, puede
consultarlo en las bibliotecas de nuestra Benemérita Universidad “Autónoma” de
San Luis Potosí, o bien diríjase a la siguiente liga:
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