Es una ventana por la cual descubrimos la posibilidad de nuevos mundos narrativos. Son escrituras que experimentan con emociones figuradas desde el relato.

Taller de expresión escrita. Facilitadora: Margarita Díaz de León Ibarra

20 ene 2014

Piel de nutria

Por: Citlalli González Pérez


Su abrigo de piel de nutria lo hace parecer una. No pensé nunca que pudiera interesarme alguien que se asemeja a un mamífero de piel marrón. Es extraño, la nutria más cortés que he conocido.
Más bien tiene cara de paleontólogo. Los paleontólogos siempre llevan esa barba tan peculiar; es como un requisito. Pero no, es un señor ingeniero que sabe más de la vida que de la termodinámica. Y lo explica todo con ese acento sureño que delata enseguida el lugar donde nació.

Al principio siempre es divertido. Subir a la azotea y fumar dos o tres cigarrillos. El atractivo de los primeros días es entablar largas conversaciones. Empezar a hablar de la familia y terminar discutiendo sobre algún dato interesante de Moliére.

¿Sólo un domingo por semana? En medio de la charla mencionó que asiste a misa sólo un domingo por semana y yo me pregunto ¿cuántos domingos tiene la semana? Últimamente todo lo que dice me despierta curiosidad. Me provoca ver las cosas desde otro punto de vista. Lo malo es que esta sesión de cuestionamiento comienza cuando me meto a la cama y cada vez es más frecuente que concilie el sueño hasta tarde.

Siempre se queja de su roomate. “Sigue hablando de las novias” dice. Al aparecer este tema no es de su mayor agrado. No habla de las mujeres como habla de los detalles. Qué ironía.

Creo que finalmente lo encontré. Sabe a lo que me refiero cuando hablo de lo molesto que son los enchinadores de pestañas. Debe tener una amplia cultura general. Tiene un rostro agradable. Me encantan los gigantes, café obscuro para poder reflejarme. Siempre huele tan bien y su compañía por alguna razón me recuerda a casa. Creo que al fin lo encontré. Debe ser eso que llaman amor o al menos algo muy parecido.

Me gusta decir que fui tomada por sorpresa. Pero digamos que al verlo cruzando miradas con aquel tipo de abrigo de piel de venado, lo supe.


 

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