Por: Cruz Fraga Rosalba Elizabeth
Todo
comenzó hace dos años, me encontraba sentado en clase de construcción
observando ese rostro tan tierno y sensible para mí, tan delicada como una rosa,
así era para mí Lucero. Decidí acercarme
a ella para preguntarle si traía sacapuntas, sin saber que comenzaría una de
las etapas más tormentosas de mi vida. Ella era conocida por todos como la
“polvorón” porque se maquillaba demasiado a pesar de su singular belleza, yo no
podía dejar de mirarla y en un impulso, la tarde un viernes la invite a tomar
un café, ella acepto. Salimos por la noche yo pase por ella a su casa, al
llegar al café todo fue muy agradable aunque ella casi todo el tiempo estuvo
callada, supongo que necesitaba tenerme más confianza, terminando nuestro café
se despidió rápidamente y se fue, yo me sentí algo rechazado por su forma tan
extraña de irse sin decir algo. También me encantaba que no tenía vicios, de
personalidad amable y gran educación, pasaron los días hasta que decidió marcarme por teléfono para salir al billar y
tomar un par de tragos, yo acepte.
Seguimos
saliendo a diferentes lugares, la verdad es que me la pasaba genial. Al llegar el otoño, al mismo tiempo era inicio de
semestre y comenzamos a salir más seguido, yo estaba tan contento que ya estaba
planeando como pedirle que fuera mi novia, así que mande hacer una rosa bañada
en oro, todo sería después del 14 de febrero, algo especial para una persona
especial, ese trabajo solo se hacía en Monterrey en aquel entonces, pero no me
importaba que fuera tan lejos porque sabía que ese detalle le iba a encantar,
en la rosa vendrían palabras escritas por mí, que decían (por siempre y puntos suspensivos…..)
después yo le explicaría que esos puntos suspensivos dependerían de nosotros,
todo seria perfecto.
Un
día fuimos a comer y ella empezó a
presionar sobre la relación, me dijo que quería el noviazgo enserio, yo ignore
ese comentario porque pensé que estaba igual de desesperada que yo por besarnos
y cambie la conversación, ella no dijo nada. Pasaron los días hasta que decidí
entregarle la rosa bajo la luz de la luna y le pedí que fuera mi novia, ella
felizmente acepto y por fin nos besamos. No había pasado ni un mes y me pidió
que fuera a conocer a su familia, le dije que si, porque no le tome mucha
importancia pero al estar en su casa; sus padres me comenzaron a hacer
preguntas como: ¿Qué tienes para ofrécele a nuestra hija?, ¿para cuándo la
boda? , me sentí como en un interrogatorio policiaco donde yo soy el criminal,
eso no me gusto en absoluto, por fin salimos de su casa y quedamos de vernos en
la escuela. Yo también trabajaba y salía tarde, tenia muchas responsabilidades porque
vivía solo, empezamos a tener muchos problemas porque ella quería que la viera
diario, no entendía que yo estaba siempre muy ocupado como para prestarle la
atención que ella me pedía.
Ante
mi estrés y el poco amor que vi de ella hacia mí al no entenderme, decidí
terminar la relación de forma precipitada, pero cual sería mi sorpresa que
comenzó a comportarse de una manera muy extraña. A continuación contare algo
que de solo recordarlo, siento un poco de miedo. Me esperaba saliendo de
clases, me seguía y comenzaba a gritar que estábamos bien, que los dos nos
amábamos con locura y que siempre íbamos a estar juntos; yo corría, no quería que
se me acercara, cada día la veía más descuidada, flaca, ojerosa y cansada. Un
fin de semana salí con mis amigos como
de costumbre a echar unos cuantos tragos para el estrés ya saben lo normal en
estos días. Platicando con ellos, me dijeron que tal vez me había precipitado
en cortarla, entonces le mande un mensaje para decirle que podíamos volver a
intentarlo, en ese momento no me contesto, pero al pasar de unas horas empezó
mi celular a sonar sin medida, la verdad yo ya estaba tan pasado de copas que
no quise contestar, pero dos de mis amigos me dijeron en ese momento que ella les
estaba marcando, uno si contesto sin que yo me diera cuenta y luego me conto
que le preguntaba que dónde estaba yo, que como me estaba comportando y que si
no había chicas alrededor, eso me molesto tanto que al día siguiente que nos
vimos la corte de tajo y le dije que estaba loca que como era posible que
hubiera conseguido el número de teléfono de mis amigos marcándoles a altas
horas de la noche y preguntando por mí, ella rápidamente empezó a llorar y
abrazarme pero yo no permití que hiciera
otra de sus tonterías y la deje sola. En otra clase uno de mis amigos me dijo
que quería hablar muy seriamente conmigo, me dijo que ella le había dicho que
yo era el obsesionado, que yo no dejaba de molestarla, pero el sabia bien como
era esta mujer, me dijo que tuviera cuidado porque ella tenía gran habilidad para
envolver a las personas que el casi le creía pero como me conocía a mí, dudo y
que la veía con pésimas intenciones de tomar venganza hacia mí.
Un
mes siguió insistiendo mandándome cartas, correos, wats, inbox, mensajes aunque
la bloquee me mandaba mensajes de otros celulares e incluso hizo cuentas de
redes sociales falsas, yo ya no sabía que hacer estaba desesperado, por fin
llego fin de semestre. Eran dos meses de vacaciones, estaba muy tranquilo, hasta que otra vez ella se
presentó el fin de semana tocando la puerta de mi casa, gritando que le
abriera, que me amaba y que siempre íbamos a estar juntos, así fueron las
siguientes tres semanas y jamás le hice caso. La última semana de vacaciones
decidí salir a correr al parque con mi perra lili pero o sorpresa, de repente llego lucero, como si el mismísimo
diablo le hubiera avisado (esta es tu oportunidad ve y búscalo), me saludo y me
dijo que me invitaba un café, que quería hablar bien conmigo y dejar las cosas
en claro, yo accedí pero en mi casa, solo ahí estaría seguro, además mis padres
llegarían esa misma tarde por mí para pasar el último fin de vacaciones en
Londres. Se portó tan amable que ella preparo los cafés y yo sin saber lo que
me depararía el destino espere tranquilo en la sala. Nos sentamos y platicamos tranquilamente, pero alcabo de
unos cinco minutos se me acerco e intento besarme y quitarme la ropa, yo le
pedí que se calmara y que se fuera de mi casa, pero no lo hizo, de pronto se
puso muy alterada y saco un cuchillo de su bolsa, me decía que era ella o nadie,
que moriríamos juntos con nuestro gran amor, yo estaba tan asustado que intente
correr, pero mis piernas no me funcionaron; ella comenzó a burlarse diciendo
que lo tenía todo planeado y que había puesto un poco de veneno en mi café y a
mi perra le dio un buen golpe de manera que la noqueo; entonces se abalanzo
sobre mí y cuando me iba a encajar el cuchillo en el corazón, entraron mis
padres, mi mamá grito desesperadamente, eso la distrajo y mi padre la aventó,
Lucero cayó al suelo y de su bolsa también salió aquella primer rosa que le
había regalado para pedirle que fuéramos novios, lo más extraño, fue que corrió
por la rosa y la abrazo como si fuera su tesoro más preciado, después como alma
que lleva el diablo corrió a la puerta y logró escapar. De inmediato mis padres
me llevaron al hospital y también a lili, el veneno no era muy fuerte así que Salí
esa misma noche. Al día siguiente fuimos a levantar denuncia en contra de esta
mujer, pero para mí mala suerte nos dijeron que no teníamos pruebas suficientes
y que eran juegos de adolescentes, esto no podía estar peor, mi familia y yo
nos fuimos de inmediato a Londres pensando que esta pesadilla habría terminado
y que Lucero no volvería a cometer tales actos. Otra vez de regreso a clases,
mi mamá seguía tan preocupada que le dijo a mi padre que todos los días me
dejarían e irían por mí a la
universidad, hasta buscar una solución. El primer día de clases no vi a Lucero
en el salón, eso me tranquilizo, pensé que por fin había tomado una buena
decisión y que se había largado para dejarme en paz, pero otra mala noticia
llego esa mañana, me mandaron llamar de la Dirección, llegue a la oficina y ahí
estaba ella, sosteniendo la rosa que le regale en la mano derecha y sonriéndome
como si nada hubiera pasado. El rector me empezó a decir que ella le había
contado que yo la acosaba e incluso que intente abusar sexualmente de ella, en
ese momento no hubiera dudado en aventarla por la ventana, juro que empezaba a
odiarla, (¡cómo puede existir gente tan enferma¡). Respire profundo y pensé (de
qué manera puedo destruir su farsa), eureka! Recordé que había guardado todos
los correos electrónicos por si un día me hacían falta, además tenía de
testigos a mis amigos. Ahora todo terminaría, le presente en ese momento todos
los correos que me mando esta mujer al rector y de inmediato le marque a mis
amigos para que fueran a la oficina, me defendieron contando todo lo sucedido y
ella quedo como una vil mentirosa. El rector al final nos sentó juntos y nos
hizo firmar una hoja donde decía que no podíamos tener algún tipo de contacto
entre si y si sucedía algo más seriamos expulsados de la universidad. Cabe
mencionar que mis padres al día siguiente hablaron con el rector del intento de
homicidio hacia mi persona, todo esto era una pesadilla que ya quería que
terminara. También hablaron con la familia de Lucero “la loca de la rosa”,
ahora así le llamaban en la universidad porque el chisme de que había intentado
matarme y que no soltaba la rosa, corrió como agua. Mi mamá me dijo que cuando
entraron en esa casa se sentía una sensación tan extraña y con un olor fétido
como si hubiese azufre adentro, dijo mi mamá que se portaron muy amables y que mencionaron
que Lucero tendría un castigo ejemplar, todo era muy extraño pero no queríamos
saber más de la loca de la rosa y su familia. Los días en clase eran incomodos
porque seguía sintiendo la mirada de Lucero sobre mi persona y ella pasaba
siempre por donde yo estaba, trayendo siempre consigo la rosa. Un mes después
de todo lo ocurrido me dirigía tranquilamente a la universidad cuando recibí un
mensaje que decía: Lucero jamás volverá a molestarte le hemos dado un castigo
tan ejemplar que no volverá a hacerte nada, por cierto no pudimos quitarle la
rosa. No le di importancia pero al llegar al salón una noticia terrible llego a
mis oídos, mis amigos me dijeron que la policía encontró el cuerpo de lucero
sin vida de una manera horrorosa, los periódicos dicen que no soltaba la rosa,
también me dijeron que sus padres habían desaparecido. Supongo que están
pensando lo mismo que yo, pero estaba tan cansado de todo esto que no quise
saber más, solo le pedí a Dios que la perdonara y que ya no hubiera personas
como ella. Han pasado tres días y aun siento su mirada, mis padres me han dicho
que me mandaran con un psicólogo porque todos los días me ven que camino como
si alguien me persiguiera y que eso no es normal, por lo pronto yo solo sé que,
en este momento, no quiero conocer a nadie más, como la loca de la rosa.
Basada
en hechos reales.
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