Los otros yo

 Katia Sánchez Ortega

Elegiría la bilis como saliva y viceversa,
hacer del fluido la primogénita 
culpable de las dolencias. 

Una simple mirada para mi título de juez,
tribunales instantáneos que destruyen
atribuyen 
reducen a incógnitas e indiferencias,
te hacen mortal.

Un estado anímico como analgésico, 
sucumbiría a goces estériles. 
Daría el tiempo, 
el billete 
a cúbicas máquinas hermosas. 
Hablaría con voces desconocidas 
que anuncian presentimientos 
adversos 
confundidos 
vacilantes e invariables.
La piel como impermeable
afligiría lo irremediable 
a pesar de lo que se ha dicho, 
divulgado,
pensado acerca de él.

Ignoraría las antinomias 
ilusiones de este mundo
transitorio
dominante
Nada despreciable ser 
débil,
insociable sentirse un rígido
taciturno
casi desprovisto
casi tan remoto como yo.