Karla e. Medellín
Una voz surgió sobre las luces
que lo cegaban:
-Sujeto de prueba. Su respiración
esta acelerada, su pulso también, sus pupilas están dilatadas.
El espécimen es examinado para poder iniciar el proceso. Es un Individuo al
parecer sano, ninguna huella visible en el cuerpo. Extremidades en buen estado.
Tome al espécimen y sujételo bien...
Alguien se acercó hacia la luz y apretó
muy fuerte las extremidades del ser, que
estaba sobre la mesa. Él era una pequeña mancha de carne, casi como un punto,
en comparación con sus captores. Los ojos grandes y penetrantes de las voces,
permanecían suspendidas por encima de la luz.
- El espécimen ha regresado en sí...- dijo una de las
voces.
En la mesa, el pequeño punto de carne se retorcía y
trataba de gritar, pero en su garganta le habían insertado tubos que lo
mantenían en silencio. El quería ver en qué lugar se encontraba, sin embargo, muy
pocos detalles saltaban a su vista. Era una habitación grande, pintada color
blanco. Los techos se extendían muy altos y a
lo largo de las paredes, había espejos de muchos tamaños.
- Observe sus huesos, mire como
su piel se pega en el esqueleto...el estómago se contrae...- apuntaba otra voz.
La pequeña masa, veía encandilado las lámparas gigantes que
pendían del techo. Las luces que
examinaban sus poros.
-Trae la bolsa gris del
espécimen...- dijo alguien - no debe permanecer mucho tiempo en contacto con
las partículas del aire....
La mancha de carne, movía sus extremidades bruscamente
y se agitaba más y más fuerte. En su nariz penetraba el olor intenso del
formol, y el ambiente tan frío y húmedo, le calaban en su piel desnuda. Sus
labios secos querían soltar alaridos, pero todo se ahogaba en la sonda que le
atravesaba la garganta.
-Bolsa gris del sujeto M00507…..¡Se está
moviendo mucho! Como es usual, el sujeto se resiste a la inserción....traiga la
inyección de.....
-Inyéctele, ahí...justo en esa parte. ¿¿¿Ve????- la voz le indico, a su compañero - Siga
grabando....experimento M00507 se alteró al momento de la revisión. Se tomaron
medidas extremas. El espécimen será puesto a disposición del departamento de
integración después de la inspección. Insertamos el espécimen en el cuerpo de
prueba, se conectan los extensores, los tubos....las.....
Con los ojos abiertos y entre
murmullos, sentí que me sumergían en esa bolsa. Enroscaron mi cuerpo adentro.
Hicieron un ovillo de mí. Luego me
envolvieron en la carne gris hasta que cerraron la bolsa. Las ansias me
recorrían cada partícula, estaba terriblemente inmovilizado. Este parecía un foso
de carne.
-Experimento M00507, insertado de
forma exitosa en el cuerpo de prueba -dijeron- nivel de fracaso del
experimento: Calculado al 80%.
Mi respirar se precipito. Me deje hundir en el fondo de
la bolsa.
No supe de mí en mucho tiempo, hasta que algo hizo que
despertara.
-1, 2, 3, 4, 5, 6 – se sumaba en mis oídos, junto al
TIC TAC de un reloj que crujía desde algún punto. No podía abrir los ojos.
Tenía los párpados llenos de una pasta viscosa.
- Recuerde proyecto M00507....- escuché de nuevo la
voz, que hasta estos momentos me había estado acompañando - su cuerpo está
controlado por nosotros - dijo la voz encajada en mi cerebro. Quise
ponerme de pie, quise mover los brazos, quise mover los labios, quise hacerlo
todo y no pude.
-Conforme usted avance en su desarrollo, aprenderá a
comportarse en nuestra sociedad. Acostúmbrese
M00507, el fracaso del experimento sólo lo sufrirá usted. A cada momento
le guiaremos, a cada momento sus pensamientos estarán guiados por nosotros...
En ese momento,
la bolsa o el cuerpo, se puso de pie. Mecánicamente, se acercó a una
ventana muy amplia y recorrió la cortina vieja.
Por un momento espere ver, a través de esa ventana; quizás
un sol, o las nubes...o el cielo... algo que se pareciera, a lo que yo conocía,
pero me di cuenta de que sólo había un cielo oscuro...y al parecer, lo que era
una lámpara, que colgaba sobre los edificios. ¿Qué es todo esto, que estaba pasando?...¡¿En donde estoy?! Me
preguntaba, ¿A dónde voy?
El cuerpo siguió moviéndose. Entró y salió de habitaciones vacías, en
algunas otras había celdas. Trate de controlar la bolsa, pero no podía, quise
gritar y no lo lograba. Solo podía sentir mi respiración agitada, estaba
transpirando y temblando. Yo, el que estaba atrapado en esa bolsa.
Todo emanaba un olor a soledad... algo pútrido parecía
que se cocinaba en esas celdas...la bolsa o cuerpo deambuló por unos momentos
hasta que salió del edificio. Observe ese nuevo cuerpo en todo momento.
El cuerpo me fue guiando en ese mundo oxidado, todos los edificios estaba a punto de
deshacerse. Casi en ruinas. Calles deterioradas, paredes sucias, mal pintadas.
Las extremidades del cuerpo caminaron, hasta que se
topó con otras bolsas en medio de una gran calle. Todas las bolsas eran grises.
Algo deformes. Estaban mal confeccionadas.
Quise gritarles a los otros, porque estaban caminando
hacia la misma dirección que yo. Y se estaban apelotonando muy cerca de mí.
¡Pero no podía gritar! ... Y lo intente y lo intente..
Trate de moverme en otra dirección pero no podía y lo seguí intentando, e intentando, mientras veía con el rabillo de mis ojos, que
los demás también estaban atrapados como yo, porque algo del eco de sus
verdaderas voces, se asomaba en el iris de sus ojos.
Me rendía por unos momentos y dejaba de intentar mover
el cuerpo. La voz se escuchó de nuevo:
-Deje de intentar. No va a lograr nada. Le seguimos
controlando.
Todos llegamos frente a un edifico y entramos. Cada
uno tomo un lugar. Yo me paré frente a una bandeja en la que había muchos
objetos. El cuerpo manipulaba los objetos y los convertía en otras cosas...yo
trataba de no hacerlo, de no moverme, de irme, pero nada funcionaba.
Fueron horas las que estuve haciendo lo mismo, una y
otra vez una y otra vez.
Yo seguía empeñado en controlar la bolsa, por mí
mismo. No lo lograba.
Todos se detuvieron en cierto momento y nos movimos
hacia la salida. Trataba de salir de este cuerpo a cada momento. Pero sólo
seguía caminando.
Recorrimos el mismo camino, hasta que algunos se
desaparecieron igual que como aparecieron antes de ser insertado. Sólo hasta
ese momento comencé a recordar lo que había pasado antes...y al recordar, me
sentí mareado.
Recordé como corría, como gritaba, cuando me
cautivaron y cuando estuve en esa mesa y me examinaron. Sentí como si me fuera
a desmayar, pero sólo era una ilusión, porque el cuerpo seguía caminando, y
pronto vi el edificio de donde había salido este cuerpo.
Subió escaleras, camino por pasillos oscuros, cerca de
paredes despellejadas. Y se dirigió a los cuartos donde estaban las celdas.
Algunas de ellas ya estaban ocupadas, llegó a una celda y se encerró en ella.
Había silencio, y el lugar estaba oscuro. Lo más que
se podía ver, eran las siluetas de las bolsas que permanecían boca arriba,
respirando muy lentamente. Era una escena horrible, por más que tenebrosa.
-Adáptese, sólo déjese llevar por nosotros. De nada le
sirve resistirse- se escuchó en mi cabeza. Aunque en realidad no sabía si los
otros también podían escuchar lo mismo que yo - es mejor que deje de
resistirse, con el pasar del tiempo se dará cuenta de que no sirve de
nada......- así la voz continuo hablando.
No podía cerrar los ojos. Lloré de frustración. Empecé
a llorar como una criatura indefensa. Aunque
el cuerpo no lo externaba.
En lo que parecieron minutos, el cuerpo se salió de la
celda.
¿Qué es todo esto? ¿qué está pasando? ¿En dónde están,
en donde estaba mi familia? Seguía preguntándome a cada
momento y a cada instante, mientras el cuerpo
se dirigía de nuevo al edificio donde permanecíamos trabajando. Trataba de
controlar el cuerpo, de que tomará otra dirección, pero nada.
Me llene de
frustración y la trague, porque ni siquiera lloraba este cuerpo, ni reír podía. Solo podía, en el fondo de la bolsa.
El día siguiente fue igual que el día anterior. Y creo
que el siguiente día también, y todos los días se repetían de la misma manera,
sin embargo no eran como tal días, porque nada marcaba la pauta entre el día y
la noche.
En la bolsa, note sus extensiones, y lo complejo que
era su estructura. Rugosidad tras rugosidad, aunque solo eran bolsas mal
hechas, que tenían sólo el propósito de ser cárceles.
Puse más atención al entorno y a los demás a la hora de amontonarnos en las
calles. Todos nosotros asustados e incompletos, atorados en los engranes de una
máquina.
Todos los días miraba a las multitudes apelotonados
alrededor de mí, del cuerpo. El tiempo
no se detenía y avanzaban en forma de espiral sobre nosotros, arrollándonos en
su monotonía y hastío. A mí la voz me seguía diciendo, que dejara de intentar.
Que no había otra opción y que dejara de controlar la bolsa. Ya que yo seguía y
seguía tratando de mover las extremidades o siquiera la boca, o los ojos.
Todo se resumía al avance caótico de un ciclo que no
paraba.
Estaba ahogándome en la angustia que me provocaba la
carne que me cubría. Pero poco a poco sentía secarme. Caminando hacia el mismo
edificio viejo, haciendo lo mismo todos los días. Encerrado en una jaula, sin poder
cerrar los ojos y sufriendo consiente algo que no podía controlar.
Me sentía confundido por la luz enorme que cubría
nuestros cráneos. Atrás de eso, no
existía nada. Y yo seguía con mis
muñones extendidos, trabajando. Y los otros también haciendo lo mismo una y otra vez.
Vi a muchos
desaparecer o morir.
A nadie le importaba o si importaba nadie lo
aparentaba. Todos seguíamos haciendo lo mismo una y otra vez, pero aquellos
lugares se quedaban solos. En las jaulas y en el edificio. A veces parecíamos
ser muy pocos, y de un momento a otro, aparecían otras bolsas en las calles,
otros iguales a nosotros, igual de deformes. Me senti a cada vez más aterrado,
abrumado, cansado de esta forma tan miserable de vivir. Viéndolos a todos
también, tan ahogados como yo. ¿Qué propósito tiene todo esto? ¿Qué está
pasando? Me preguntaba.
En el trabajo seguía tratando de mover por mí mismo
los ojos o los brazos. Pero todo parecía inútil y al regresar a la jaula, La
voz me repetía: Ya no siga intentando
espécimen. No sirve de nada. No se esfuerce....
Esto era morir y morir lentamente pero sin poder
morir.
Esto se repetía. Se repetía y a pesar de eso yo seguía intentando.
La
bolsa regreso, como otras veces a la jaula y se metió en ella.
Yo deseaba cerrar los ojos, y lo intente de nuevo, y
lo intente, hasta que...como un milagro, los ojos de la bolsa se cerraron.
No supe cómo me sentía, eso significaba que había
logrado, que cuerpo hiciera lo que yo quería. Eso significaba que lo podía
controlar. Lo podía controlar. ¡Y por unos momentos me sentí alegre, mejor! No
podía evitar sentir alivio. Respiraba tranquilo, tal vez esto significaba que
podría escapar. De alguna forma podría escapar, podría ver la forma de
dirigirme, buscar una salida de ese
mundo. Tal vez podría regresar al mío.
Me olvidé por ese momento de todo. Esto significaba un
poco de esperanza. Respiraba con calma... Estaba relajado, tal vez dormiría por fin. Descansar al fin. Podía
cerrar los ojos. Podía controlar la bolsa. Las cosas estaban cambiando.
Creo que paso mucho tiempo hasta que volví en mí.
Eso que había ocurrido, me hacía sentir bien, el poder
controlar la bolsa, era una idea tremenda.
Quise permanecer así unos momentos más. En silencio, antes
de abrir los ojos. Estuve por un momento así hasta que, creí que era ya momento
de abrirlos.
Me preparé para abrirlos y empuje los párpados.
No pude creer lo que vi.
Estaba de nuevo sobre la gran mesa de acero.
Otras voces se escuchaban, pero esta vez
eran más de dos.
¡Quise gritar! ¡No pude! ¡Quise moverme y no pude! ¡Quise
cerrar los ojos! ¡No, no podía!
Por un momento ellos se rieron.
Y sin más, comenzaron a cortarme el pecho, con un
largo bisturí que le colgaba de los dedos, a una de las voces. Un corte largo cruzó el pecho de la bolsa. No
podía sentirme afligido, porque esto era
lo que estaba esperando.
En cuanto abrieron la bolsa gris y esa carne dejo de
cubrir mi verdadero cuerpo, grite como un loco y una especie de adrenalina, me recorrió
la cabeza y trate de escaparme a rastras, del cuerpo gris.
Uno de ellos me sujeto en su mano, yo era tan insignificante
en ella. Traté de escaparme, pero me tenía aprisionado en sus dedos
plastificados. Me empezó a faltar el aire, porque me apretaba con fuerza. Ya no
podía respirar y comencé a escuchar con atención que significaban los murmullos:
-...El espécimen M00507, cumplió con el tiempo
requerido de trabajo... Se extrae del cuerpo de prueba porque el tiempo caducó
y es necesario retirarlo... Viste, Creyó que escaparía - le dijo otro- La inyección 8987 empezará a hacer su
efecto...Miren el cuerpo del espécimen está reaccionando, la des utilización está
en proceso. Las 12 mil horas del trabajo programadas fueron completadas.
- Es curioso que pensara que ya podía controlar la
bolsa, eso es imposible... De todos estos seres ninguno lo ha logrado. Nos han servido por tanto tiempo, sólo ellos
pueden permanecer en ellas, cada uno de los sujetos capturados se utiliza,
ninguno se desperdicia...- dijo otra de las voces, mientras me observaba
detenidamente.
Ellos estaban susurrando alrededor de mí, sólo
describiendo lo que me estaba pasando. No sentía dolor, pero me estaba
desvaneciendo, creo que me estaba descomponiendo. Mi cuerpo estaba tornándose
de otro color y sentí que era mi fin...
-El color del espécimen se está cambiando, sus
extremidades están adquiriendo una textura flácida y pastosa. Se coloca al
espécimen en la bandeja, los signos vitales desaparecerán en cualquier momento,
la respiración baja de frecuencia...esperamos unos momentos mientras las partes
del cuerpo más duras se reblandecen, la carne se hace negruzca. Se empezará con la cuenta regresiva cuando la
masa del cerebro esté a punto del colapso, esperemos unos segundos, 10, 9, 8,
7, 6, 5, 4, 3, 2...
Tomamos lo que queda del espécimen, se desechan los restos...la
bolsa gris se desinfectara para reutilizarla con otro sujeto...Apague esta
lámpara, prenda las luces por favor...hemos terminado....