Calor de luna
al alma la suya
al alma la nuestra
cobija del vacío
en esas noches funestas.
La noche, miles de noches
los días cuando el rayo de luz toca su blanco rostro
el rostro en el que posamos nuestros cuerpos
cuerpos sobre algodón de azúcar.
la cama que no es cama
cama que siempre observa
erguidos al amanecer
los pequeños saltan en ella
les brinda confianza
seguridad
una que otra carcajada
a veces unos besos si es que caen.
Amores
Amantes
tenemos refugio
lugar de consuelo
valsa que lleva a la orilla
sus almohadas dos remos
rescatan de la tempestad
esas tardes cuando arrecia la lluvia
y afuera día soleado.
Ese viejo camastro que te llena el alma
guarda tantos secretos
guardara otros tantos mas.
noches apasionadas
los cristales se empañan
el calor invade la alcoba
beso a beso
caricia a caricia
se han hecho pactos carnales
se han besado hasta los pies.
Esa convaleciente
tiene de vida
lo que tiene de muerte
sus cuatro barrotes
la mantienen en pie
Es como un viejo farol
que te guía hasta la siesta
como una metralla
que mitiga tus penas
alivio
resignación
ella todo lo puede
si la noche es serena
acércate su rostro te espera.
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